Un pueblo aferrado a su fe, se congregó en la Plaza La Candelaria para estar cerca a José Gregorio Hernández, cuyos restos fueron exhumados este 26 de octubre. No importó la pandemia, el solo hecho de estar allí y orar fue una inyección de amor
El sol brilla y la brisa refresca a quienes lograron encontrar un lugar bajo la sombra de los árboles de la Plaza La Candelaria. Dentro se realizaba el acto de exhumación de José Gregorio Hernández.
Frente a sus ojos las puertas de la iglesia cerradas. Los ventanales de la parte alta del templo son observados con atención a la espera de noticias sobre el acto.
Un acontecimiento litúrgico que llenó de emoción a cientos de fieles del siervo de Dios que acudieron a la cita. Un acto de fe que en pandemia a muchos les tocó ver por internet o televisoras católicas en Venezuela.
Puertas adentro del templo el encuentro más esperado por Yaxury Solorzano. Una niña nacida en Guárico que es testimonio vivo del milagro del también conocido como “Goyito”.
La sanación de la niña abrió las compuertas del cielo y la aprobación de la santa sede. El 10 de marzo 2017 fue herida de bala. Perdió masa encefálica y sufrió una grave hemorragia.
El disparo lastimó seriamente su cráneo y sus posibilidades de vivir eran muy pocas.
Familia y médicos son testigos de la curación total y sin secuelas que hoy hacen realidad la elevación a los altares de José Gregorio Hernández.
lncluso para el mismo Presidente de la Academia Nacional de Medicina Enrique López Loyo el poder sanador del doctor José Gregorio unió a la ciencia mucho más con la fe.
Inyección de fe y paz
Llegar a la plaza era una inyección instantánea de alegría y porque no decirlo, de paz.
El olor a cera de vela anunciaba la estampa de devoción y oración de los asistentes.
La luz de velas y velones encendidas para asemejar la claridad que necesita nuestro país abundaban en cada rincón.
En las calles que bordean la plaza cientos de feligreses que con lágrimas conmemoraban 156 años del nacimiento del conocido médico de los pobres.
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Un hombre humilde que hizo historia en su ejercicio de la medicina con una vocación inexplicable por sus pacientes.
En medio de la multitud estaba Alexis González, ilusionado y orgulloso mostraba a los feligreses su trabajo de pintura dedicado a José Gregorio Hernández.
“Me vine de Isnotú a celebrar al único santo que tenemos. Le pido que se acabe la pandemia para que echemos pa’ lante”.
Visiblemente emocionada estaba Carmen Castro. Es devota desde que tiene memoria. Al preguntarle qué siente por él sus ojos se inundaron.
“Le agradezco todo. Le pido por la salud, por la mía la de mi familia y por todo aquel que tenga alguna necesidad”.
El cordón policial logró contener a hombres, mujeres y niños que por respeto al protocolo de pandemia entendieron que no podían entrar al templo, sin embargo en medio de la algarabía se dejó colar el reclamo por no tener al menos una pantalla o corneta para escuchar o ver la ceremonia.
¡Beatificación en abril!
El Cardenal Baltazar Porras informó que la beatificación tiene como fecha tentativa abril de 2021. Explicaba que una vez se culmine el proceso de exhumación en sus dos fases.
El próximo sábado 31 de octubre se dará el resultado final del proceso iniciado este lunes que contó con la participación de un equipo médico encabezado por el patólogo Enrique López Loyo.
Según la oficina de la causa de JGH en la última década se han recibido más de 450 expedientes de presuntos milagros, solo 3 han tenido la aprobación del Vaticano.
Quienes creen con fervor dicen que son muchos más y por eso le rezan, le piden y le agradecen sin formalismos.
“En nuestro corazón José Gregorio Hernández es nuestro santo Venezolano”.
El Monseñor Tulio Ramírez, Obispo auxiliar de Caracas y Vicepostulador de la Causa de Beatificación y Canonización del Dr. José Gregorio Hernández aclaró que más allá del sentimiento de fe hay protocolos y tiempos que deben respetarse.
El pasado 21 de junio recordó que hasta que la Santa Sede no haga público el decreto de beatificación JGH sigue siendo “Venerable Siervo de Dios” y no pueden mostrarse imágenes con signos de beato tipo la aureola.
El Moisés donde reposan los restos de José Gregorio Hernández permanecerá sobre una mesa elaborada en 90 días con madera maciza traída a la capital desde Ciudad Bolívar.
Las flores que lo adornan fueron donadas por feligreses del estado Miranda.
La exhumación del médico se inició justo al conmemorarse los 156 años de su nacimiento. El equipo encargado del proceso deberá resguardar los restos y reliquias que allí se encuentran.
Los resultados finales se darán a conocer el próximo sábado.
Hay que recordar que la primera exhumación de los restos mortales del próximo beato, el cuarto para Venezuela tuvo lugar en 1975.
La finalidad de este proceso es preservar el valor histórico y religioso para futuras generaciones, además que se trata de un requisito previo a la beatificación.
Recoger las reliquias (osamenta y vestimenta) serán llevadas a diocesis en Venezuela y luego enviadas al Vaticano, además serán seleccionadas las que se enviaran a otras naciones que contarán con santuarios con el nombre de José Gregorio Hernández.
