La integración de los pueblos fronterizos no solo se trata del intercambio comercial.
El constante contacto entre la gente, sin importar que sean de nacionalidades distintas, hace que esa integración pase de lo comercial a lo humano, a los usos y costumbres, incluso al idioma o la forma de hablar.
La frontera entre Venezuela no es la excepción y de allí que la gran influencia recíproca entre Táchira y Norte de Santander hacen no solo que sus habitantes hablen de manera similar, sino que también tengan tradiciones y costumbres parecidas.
Esto es fruto de la integración binacional que por décadas ha marcado la identidad de los pueblos limítrofes entre naciones hermanas, como lo demuestra este trabajo especial de nuestra compañera Maryné Glod, que puedes ver en nuestro canal de YouTube.
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Buen reportaje, felicitaciones, aprendí cosas nuevas.