El director de una ONG en Táchira denunció que aumenta la cantidad de niños y adolescentes que cruzan la zona fronteriza y se exponen a serios peligros
“Un trato inhumano inexplicable, es el que reciben los niños de la zona fronteriza. Por necesidades vitales de alimentación, salud y educación, tiene que atravesar las peligrosas trochas con todos sus riesgos”.
La denuncia la hizo el director de la ONG, Por el Bien de Todos, José Rozo, en declaraciones al diario La Nación, del Táchira.
Rozo calificó de “incomprensible e intolerable, el grado de ensañamiento que mantiene el poder central contra los habitantes de la frontera tachirense”.
Dijo que a estas personas se les “debería tener alguna consideración, pues son los que viven en la orilla, en la periferia del país. Ponen el pecho en la primera línea de la defensa de la patria, razón que le debería merecer atención oficial”, argumentó.
El también expresidente de Fedecámaras Táchira, “este ensañamiento va también contra los menores. Ellos corren muchos riesgos, día a día, exponiéndose ante la delincuencia transnacional. Y en lugar de recibir como corresponde, la protección del Estado, se les maltrata y se les desprecia de esa manera. Les dan un trato discriminatorio, de tercera categoría”, se quejó.
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Cada vez más niños
El activista lamentó que, como lo había advertido, “cada vez se ven más niños por esos pasos ilegales y de alto riesgo. Ellos van y vienen por allí, pues tampoco se les permite pasar por los puentes internacionales”.
Relató cómo “los padres, temerosos con sus hijos, incluso de niños en brazos, manifiestan su rabia por el desprecio por la vida humana de quienes son ejecutores de tan desconsiderada prohibición”.
“Exigimos públicamente que se abra el paso peatonal por los puentes internacionales. Que no nos vengan con el cuento de que es Colombia la que tiene cerrado el paso. Sabemos que ese país hace rato levantó la restricción peatonal que tenía, como consecuencia de la pandemia”, dijo.
“No esperen a que ocurra una desgracia”, advierte el también expresidente de la Cámara de Comercio de San Antonio del Táchira.
“Los niños son forzados a pasar por pasos ilegales de alto riesgo. Allí, pulula la delincuencia y la criminalidad como todos lo saben. Se deben tomar medidas”, exhortó.
“La amenaza, y violación de los derechos humanos, son un ataque a la seguridad y defensa de la nación. Vivir sin miedo es un derecho”, concluyó Rozo.
