Lamentablemente, más venezolanos siguen perdiendo la vida mientras intentan huir de Venezuela para conseguir las oportunidades que la dictadura les robó, así como para escapar del hambre y la miseria que impera en nuestro país. No podemos dejar de luchar para hacer justicia por todos los que han sido víctimas fatales de Maduro y de su cúpula corrupta, ningún venezolano merece huir por hambre y morir en búsqueda de su libertad.
El 12 de diciembre nuestro diputado de la legítima Asamblea Nacional, Carlos Valero, dio a conocer la terrible noticia de que los primeros cuerpos fueron hallados por la guardia costera, entre ellos mujeres, hombres y niños. Hasta el momento 27 de los fallecidos han sido identificados por las autoridades y los familiares.
Todos los que iban en esas embarcaciones partieron con el sueño y la esperanza de reencontrarse con sus familias en Trinidad y Tobago o, simplemente, en busca de empleos para mantener a sus seres queridos en Venezuela.
Esta tragedia tuvo lugar a solo pocos días de haber denunciado, a través del Gobierno Encargado, que Trinidad y Tobago violó nuevamente los acuerdos internacionales deportando a otro grupo de venezolanos -compuesto en su mayoría por niños- y se encontraran desaparecidos en altamar durante dos días.
Este trato cruel e inhumano hacia nuestra gente generó una respuesta contundente por parte de nuestro presidente Juan Guaidó y por parte de nuestros diputados de la legítima Asamblea Nacional al iniciar una investigación para determinar las responsabilidades sobre estas violaciones a nuestros derechos humanos.
Tres días guardamos duelo por esta tragedia, por la pérdida para nuestra nación y lo que representa esta situación para Venezuela. Lo que hoy vive nuestro país es responsabilidad directa de la dictadura, de la crisis humanitaria que mantiene a nuestros hospitales sin insumos ni medicinas y de la desidia en la que se encuentra cada rincón de nuestra nación por la corrupción alimentada por los esbirros que hoy respaldan el sufrimiento de más de 30 millones de venezolanos.
Alzar la Voz no es una responsabilidad que tenemos de un día, todo lo contrario, es un deber que tenemos todos los venezolanos con nosotros mismos, por nuestros hijos, por nuestros abuelos, por la tierra en la que nacimos. Nos enfrentamos a una dictadura y no ha sido fácil, tampoco imposible, hemos logrado que las organizaciones internacionales, así como más de 60 países pongan sus ojos en nuestras denuncia y marquen presión para poner fin al régimen.
El 5 de enero tenemos que salir a las calles, no se trata de motivar la protesta por un líder político sino por los motivos que tenemos cada uno para rechazar esta situación. Es hora de que nos reencontremos y recuperemos al país de las oportunidades, la alegría y la calidad que un día, hace más de 20 años, sí tuvimos.