La orden fue dada por Iris Varela
Donde hace algunos años funcionaban los servicios de Urología y Psiquiatría ahora funcionará como una sala de aislamiento de privados de libertad contagiados de COVID-19.
Trabajadores del José Gregorio Hernández no salen de su asombro al ver el movimiento que por orden de Iris Varela inició en el ahora también centro centinela. Un hospital con servicios públicos caóticos, con fallas continuas de electricidad y un suministro intermitente de agua.
“El piso 9 ahora es un centro penitenciario porque en eso lo están convirtiendo. Yo me pregunto por qué no nos dejan a los trabajadores que podemos contagiarnos ese sitio? Se preguntó un trabajador quién por seguridad pidió no sé identificado.
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“Nos cayeron a muelas porque el mismo director dijo que esa área sería para que dios no lo permita hospitalizaran a los trabajadores que se contagien trabajando aquí”.
El trabajador explica que en la parroquia Sucre es el único hospital que cuenta con servicio de Urología y ahora pasará a ser centro de atención para internos. “Colocaron escudos del ministerio para identificar la zona”.
El piso que se habilitó por orden de Varela tendría baños limpios y áreas en mejor estado que el resto del centro de salud.
Según reportan la carpa de triaje instalada hace algunos días ahora es refugio de perros callejeros de la zona. Las pruebas rápidas que deberían hacerse para descartar casos de coronavirus están “paradas” por falta de reactivos.
“El personal está asustado. No tenemos protección y en emergencia hay varios casos”.