El economista Rodrigo Cabezas explicó que para dolarizar formalmente la economía se necesita: modificar la Constitución que establece que la unidad monetaria es el bolívar
Para Rodrigo Cabezas, economista y expresidente del BCV, el futuro inmediato de Venezuela es rudo. En 2021 la hiperinflación y el deterioro de la economía seguirán marcando la pauta. Sobre la dolarización, dijo que es imposible. Se deben modificar ciertos principios para que pueda ser un hecho formal de este tipo en el país.
“La hiperinflación va a continuar en el país por la imposibilidad que tiene el Maduro de detenerla. La población venezolana protegerá su economía refugiándose en una moneda fuerte, es decir, el dólar”, explicó. Pero, ratificó que eso no significa que se vaya a dolarizar oficialmente.
En este sentido, manifestó que si el Banco Central de Venezuela emitiera dinero de mayor denominación se podría enfrentar la hiperinflación. «El efectivo en Venezuela en este momento está en 2% del total de la masa monetaria. Cuando debería estar no menos de un 12% es por ello que casi no se encuentra efectivo”.
El economista explicó que para dolarizar formalmente la economía se necesita: Modificar la Constitución que establece que la unidad monetaria es el bolívar. Llegar a un acuerdo con el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos y la Reserva Federal de EE.UU.
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Se necesita fortaleza
Además, dijo que hay que “obtener la autorización del estado norteamericano para el uso de su moneda. El país necesita tener una fortaleza muy importante en materia de reservas internacionales que permita sostener el cambio de la unidad monetaria de bolívares a dólares”, dijo en entrevista con Fedecámaras Radio.
Rodrigo Cabezas precisó que el Estado podría permitir que los bancos nacionales vendan dólares a cualquier venezolano. «Sería una medida administrativa que aliviaría posiblemente, al sector bancario. Lo ayudaría a tener alguna ganancia al cobrar en la intermediación de sus intereses. Pero no resolvería absolutamente nada en temas de recesión, hiperinflación y del deterioro operacional de PDVSA. Es decir, los grandes desequilibrios macroeconómicos que tiene la economía venezolana no se resolverían nada».
Por otra parte, quienes se podrán ver beneficiados por la medida sería un 5% de la población, que tiene la posibilidad de tener ahorros en dólares.
«Dudo de que los grandes capitales se arriesguen a colocar recursos en dólares en la banca cuando saben que hay una crisis económica con un Estado intervencionista y que además hay un aislamiento económico financiero por razones de las sanciones económicas”, precisó.
