Organizaciones no gubernamentales dedicadas a atender los casos de migrantes aseguran que al menos el 60 % de las víctimas de explotación sexual son de nacionalidad venezolana
“El 60 por ciento de las niñas, adolescentes y mujeres que se encuentran en el mundo de la explotación sexual en la zona de La Parada y de Cúcuta, son de nacionalidad venezolana”.
La representante de la organización Operación Libertad Internacional que funciona en Villa del Rosario, Natasha Duque, ofrece detalles de los daños colaterales que implica la migración irregular.
“Hay muchas mujeres venezolanas y niñas en la explotación sexual, y lo peor es que hay muchos padres y esposos que están poniendo a prostituirlas”, explica.
Red de trata de blancas
De acuerdo a la información que maneja Operación Libertad Internacional “una red delictiva lleva a niñas y adolescentes con edades comprendidas de 12 a 17 años, del oriente y centro de Venezuela y las pasan a Colombia a través de los pasos ilegales”.
Otro dato que aportaron a La Nación es que a las migrantes las “están marcando con un tatuaje en su cuerpo o rapándoles una parte de su cabello, para identificar a cuál organización pertenecen”.
Frontera caliente
Natasha Duque advierte que “Pese a que los puentes internacionales están abiertos, a los alrededores están ocurriendo delitos porque no hay un interés por parte de los gobiernos de ambos países”.
Este es solo algunos de los delitos que se presentan en la frontera, razón por la cual los defensores de derechos humanos solicitan el reforzamiento de la seguridad en los pasos informales y en la zona de La Parada.
Alertan que muchos de estos hechos violentos se ven normalizados por la sociedad, lo que aumenta el silencio de las víctimas.
Duque sostiene que los pasos fronterizos ilegales se cometen actos contra las mujeres migrantes, justo en un momento “cuando se observa que gran parte de las mujeres que huyen de Venezuela son de bajos recursos y van acompañadas por sus hijos”.
La ONG emprende campañas para incentivar la migración regular, segura y ordenada; para evitar que aumenten los índices de trata de blancas, explotación sexual y desapariciones forzadas.
Muerte en la frontera
El asesinato de una comerciante de Ureña, identificada como Andreina Galué, de 30 años, pasado 3 de abril encendió las alarmas
“Hay mujeres desaparecidas, pero a sus padres les da miedo ir a la Fiscalía; uno los direcciona, pero si no acuden a las autoridades, quedan desaparecidas”, expuso Duque.
Medios colombianos dan cuenta de la desaparición de dos jóvenes del Táchira, entre enero y febrero.
Destaca otro crimen ocurrió en una trocha de Centeno, del lado venezolano, entre La Parada y San Antonio del Táchira, municipio Bolívar, el pasado 26 de marzo, en horas de la madrugada.
Fue el caso de una activista de los derechos de la mujer que acudió para atender un supuesto caso de violencia de género; pero al llegar al lugar, fue abordada por al menos cinco hombres, quienes abusaron sexualmente de la joven y la apedrearon.
Duque alertó que muchas jovencitas de Ureña están siendo utilizadas para explotación sexual; y en las organizaciones cada día reciben denuncias de mujeres que acuden desde los municipios fronterizos del Táchira por violencia de género, que llegan en busca de ayuda psicológica.