Crudo y desgarrador reporte de Defensoría de Pueblo da cuenta sobre situación de exmilitares colombianos acusados de asesinar a Jovenel Moïse
La visita a cárcel donde están recluidos los 18 exmilitares colombianos por parte de la Defensoría del Pueblo deja incertidumbre y preocupación.
En este sentido el organismo de derecho humanos estatal revela en un crudo y desgarrados informe, conocido por El Tiempo, que los colombianos están heridos, tristes y han perdido peso.
A respecto el reporte hace una descripción de la situación física y anímica de los reclusos a quienes la Defensoría pudo visitar en grupos de a tres y bajo vigilancia.
Mientras la comisión reitera que ninguno de los colombianos ha recibido apoyo legal. Entre tanto relata de manera escrita que uno cojea, otro tiene fractura y todos presentan heridas.
Heridas que se han producido por le roce de las esposas con la carne, el metal deja evidencia de las dificultades de movilidad entre ellos, pues varios las deben compartir.
En la entrevista que Defensoría del Pueblo hizo a Haití a los 18 exmilitares presos tras el crimen del presidente Jovenel Moïse, el relato es preocupante.
Apartes del informe dan cuenta de las condiciones de casa uno de los exmilitares colombianos, a continuación la descripción de cada caso según lo observado en la visita.
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Las condiciones de la visita
Para hablar con la delegación de la Defensoría, la Policía de Haití seleccionó el orden en el cual los colombianos debían hacerlo.
Además, permanecieron siempre en el interior de la sala donde se hizo la reunimos con los detenidos.
Por lo tanto, “esta situación no permitía que los detenidos se expresaran de manera espontánea frente a la situación”, manifiestan los funcionarios que realizaron el informe.
La Defensoría, en su informe, resalta que durante las entrevistas estuvieron acompañados de un número de ocho funcionarios de la Policía Judicial haitiana.
“Sin embargo, logramos verificar, con el testimonio de cada uno de ellos, la precaria situación en la que se encuentran recluidos, y la ausencia total de garantías procesales”, reseña el documento.
Jairo y Gersain
“Los dos colombianos del primer grupo (Jhon Jairo Suárez y Gersain Mendivelso) tenían un aspecto triste, con signos de cansancio y pérdida de peso, dado el aspecto físico que mostraban los dos detenidos. Uno de los detenidos cojeaba. Ambos vestían camiseta y pantaloneta con chanclas. Ninguno de los dos se había afeitado, pero tenían las manos sujetas con esposas separadas. Las muñecas enrojecidas y con arañazos a causa del roce del metal con la carne”, dice el reporte.
Francisco y Alejandro
“Uno de los detenidos del segundo grupo (Francisco Uribe) vestía pantalón tipo jean, camiseta y chanclas; y el otro, Alejandro Giraldo, pantaloneta, zapato tipo crocs y camiseta. Ambos sin afeitar y compartían las mismas esposas. Ambos afirmaron que el personal de seguridad nunca les quita las esposas y deben desplazarse a cualquier lugar esposados (sic). Las muñecas enrojecidas y con arañazos a causa del roce del metal con la piel”, afirma el documento oficial.
Germán y Jheiner
“El tercer grupo (Germán Alejandro Rivera y Jheiner Alberto Carmona) también comparte esposas. Germán Rivera tiene dificultades para movilizarse pues tiene un pie que no puede apoyar bien en el suelo (…) En términos generales, se ven bien, tranquilos y de buen ánimo. Los dos están sin afeitar. Las muñecas enrojecidas y con arañazos a causa del roce del metal con la piel”, manifestaron los tres delegados de la Defensoría.
Edwin y Carlos Giovanni
Carlos Giovanni Guerrero y Edwin Blanquicet: “Ambos están delgados y llevan puesto cada uno una camiseta y una pantaloneta(…) Edwin tiene puntos en la mano y no puede escribir. Al parecer este detenido tiene un dedo fracturado(…) Carlos Giovanni se muestra nervioso”, explica el documento sin dar mayores detalles.
Jhon Jairo y Manuel Antonio
Jhon Jairo Ramírez: “Tiene una venda en un pie y prácticamente no puede caminar. Entró al salón a la reunión ayudado por su compañero y decidió quedarse en el suelo por las dificultades que le implicaba apoyarse en su pie. Están de bajo ánimo”.
Sobre Manuel Antonio Grosso señalan que “se muestra muy preocupado por lo que les pueda pasar, está afectado emocionalmente”.
Francisco y Alejandro
“Uno de los detenidos del segundo grupo (Francisco Uribe) vestía pantalón tipo jean, camiseta y chanclas; y el otro, Alejandro Giraldo, pantaloneta, zapato tipo crocs y camiseta. Ambos sin afeitar y compartían las mismas esposas. Ambos afirmaron que el personal de seguridad nunca les quita las esposas y deben desplazarse a cualquier lugar esposados (…) Las muñecas enrojecidas y con arañazos a causa del roce del metal con la piel“, afirma el documento oficial.
