En las comisarías de Caracas, Vargas, Miranda, Nueva Esparta y Zulia los presos encuentran las peores condiciones de vida y la ONG Una Ventana a la Libertad considera esos recintos como depósitos humanos
La vida de los detenidos en las comisarías de cinco entidades del país corre peligro. La causa es el hacinamiento y las enfermedades, aseguró la ONG Una Ventana a la Libertad.
“Las condiciones de salud de los privados de libertad que se encuentran en los centros de detención preventiva del Distrito Capital y los estados Vargas, Miranda, Nueva Esparta y Zulia se deteriora acelerada e irreversiblemente”, señala una nota de la ONG.
“Dado el nivel de hacinamiento y el deterioro estructural de estos lugares, los casos de enfermedades infecto-contagiosas, como tuberculosis y paludismo, se han disparado de manera alarmante”, agrega.
“Los centros de detención preventiva son lugares que no cuentan con espacios adecuados, baños, agua potable. Tampoco con presupuesto para alimentación, consultorios médicos, ni transporte”, denuncia la organización.
“El hacinamiento hace estragos y acelera las enfermedades virales e infectocontagiosas”, explicó Carlos Nieto Palma, coordinador general de UVL.
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La cuarentena
La organización analizó, el impacto de la cuarentena por coronavirus en la salud de los internos. En este sentido la ONG alerta que aumentaron los “casos de desnutrición severa”. Asimismo, impide “realizar operativos médicos que permitan diagnosticar y tratar casos de VIH/SIDA, tuberculosis, malaria, escabiosis, paludismo. Además de otras enfermedades infecto-contagiosas y virales”.
“Han aumentado las dificultades para que familiares de los privados de libertad puedan suministrarles alimentos y agua. También de productos de aseo personal y medicinas. Es por esa razón que las enfermedades infecciosas y la desnutrición se han disparado aceleradamente”, indicó Nieto Palma.
Caracas como ejemplo
UVL determinó que en los 26 centros de detención preventiva en el Distrito Capital 171 internos padecen de desnutrición severa. Otros 150 tienen tuberculosis y uno está contagiado de VIH/SIDA.
La organización alerta que no hay cifras oficiales sobre casos de COVID-19 y otras enfermedades en los centros de retención. También denunció que hay “un mercado negro” de medicamentos para la tuberculosis.
“Entre mayo y octubre de 2020, tres privados de libertad recluidos en comisarías policiales de Distrito Capital murieron de tuberculosis y uno murió electrocutado al intentar enchufar una cocina eléctrica. Los tres hombres que tenían tuberculosis también estaban desnutridos y uno presentó signos de haber sido golpeado”, explicó Carlos Nieto Palma.
Los centros de detención preventiva situados en la Caracas tienen capacidad para albergar 1.009 hombres y mujeres.
Hasta noviembre de 2020 UVL contabilizó que en estos lugares había 3.072 privados de libertad, es decir, que el hacinamiento alcanza 304% de hacinamiento.