Durante un discurso, el mandatario de Guyana dijo que la soberanía del Estado y la integridad del territorio “es un deber sagrado”
El nuevo presidente de Guyana, Irfaan Ali, aseguró este sábado que “solucionará” ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) el conflicto fronterizo que mantiene con Venezuela, de esa forma descarta una solución extrajudicial.
Hace unos días, el funcionario del régimen de Maduro, Jorge Arreaza felicitó a Guyana por la elección de un nuevo presidente luego de que los comicios se celebraron en marzo y algunas interrupciones judiciales.
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Ali juró el cargo como nuevo presidente el pasado domingo.
En un comunicado, Arreaza indicó que era necesario “reactivar” el diálogo y “los mecanismos de negociación, cuanto antes para llegar a un acuerdo práctico y satisfactorio” para Guyana y Venezuela.
En ese sentido, el nuevo presidente de Guayana durante la ceremonia oficial en la inauguración de la presidencia descartó la vía del arreglo extrajudicial.
Ali, de 40 años, y candidato del opositor Partido Progresista del Pueblo (PPP), recordó que fue precisamente su partido, quien puso fin en 2014 al “diálogo de buenas maneras entre Guyana y Venezuela”, ya que para “ellos se había convertido en una estrategia de prolongar la contención más que en buscar una solución”.
Guyana “un deber sagrado”
Por último, indicó que la “soberanía del Estado y la integridad del territorio (de Guyana), tanto en tierra como en mar, es un deber sagrado. Si somos fieles a ese deber, seremos leales a nuestra visión de que Guyana es una nación indivisible”, indicó.
El territorio en disputa, denominado Guayana Esequiba en Venezuela y dividida en varias regiones en la República de Guyana, abarca casi 160.000 kilómetros cuadrados al oeste del río Esequibo, lo que supone casi dos terceras partes de la antigua colonia británica.
En esa zona, la compañía ExxonMobil ha encontrado grandes yacimientos petrolíferos gracias a los cuales Guyana esperaba producir unos 120.000 barriles de petróleo diarios en 2020, una cifra que, según varias estimaciones, podría alcanzar un arco de entre 700.000 y un millón de barriles diarios a mediados de la década.