Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), recalcó este viernes de las graves secuelas a largo plazo que puede tener la COVID-19 en pacientes. Según dijo “con una preocupante variedad de síntomas que pueden cambiar con el tiempo y pueden afectar cualquier sistema corporal”.
“Este virus no sólo mata a gente, sino que a un importante número de personas las aboca a graves efectos a largo plazo”. Ha advertido el máximo responsable de la OMS en rueda de prensa.
Estas secuelas pueden oscilar “desde fatiga, tos, dificultad al respirar a inflamaciones y heridas en importantes órganos. Incluyendo además pulmones y corazón, o incluso efectos neurológicos y psicológicos”, apuntó.
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Tedros, insistió en que la recuperación de la enfermedad en muchos casos “puede ser lenta, en ocasiones cuestión de semanas o meses, y no siempre es una ruta en línea recta”.
El director general añadió que estos efectos a largo plazo en pacientes demuestran “la inviabilidad moral de la estrategia de inmunidad de rebaño”. Y que algunos países intentaron en los primeros meses de pandemia, consistente en no intentar frenar la transmisión para intentar que grandes partes de la población desarrollaran anticuerpos contra la COVID-19.
Esa estrategia no sólo llevaría a millones más de muertes innecesarias, según dijo. Sino que generaría un enorme número de personas abocadas a un lento camino hacia la recuperación total”.
La inmunidad de rebaño “sólo es posible con vacunas seguras y efectivas que se distribuyan equitativamente en todo el mundo”, concluyó Tedros.
Con información de EFE.