Militares en Birmania asestan el golpe de Estado aduciendo “estabilidad”. Comunidad internacional condena la incursión a la democracia
El Ejército de Birmania llevó a cabo el golpe de Estado este lunes.
La jefa de facto del Gobierno, Aung San Suu Kyi y Premio Nobel de Paz, fue arrestada; así como el presidente electo Win Myint.
Las fuerzas militares declararon estado de emergencia en Birmania; mientras la comunidad internacional ha manifestado su preocupación.
Los golpistas han manifestado que la acción era necesaria para preservar la “estabilidad” y llevaban varias semanas denunciando fraude en las elecciones legislativas del pasado noviembre.
Además, prometieron celebrar elecciones “libres y justas”, al término de un estado de emergencia que decretaron por un año.
Así mismo acusan a la comisión electoral de no haber subsanado las “enormes irregularidades” que se produjeron, según ellos, durante las legislativas de noviembre.
Elecciones que ganó por amplia mayoría el partido de Aung San Suu Kyi, la Liga Nacional para la Democracia (LND), en el poder desde las elecciones de 2015.
Tanto el golpe de Estado como la detención de funcionarios generó una avalancha de condenas internacionales, incluso del mismo comité de Premios Nobel.
En Birmania los militares, todavía son muy poderosos y este lunes, tras el golpe de Estado, varios de ellos fueron nombrados en puestos clave de gobierno.
Crisis que se veía venir
Desde hace semanas, el ejército denunciado irregularidades en las elecciones generales de noviembre pasado, las segundas desde el fin de la dictadura militar en 2011.
Unas elecciones que la Liga Nacional para la Democracia ganó obteniendo el 83% de los 476 escaños en el parlamento.
Pero, en las cuales el ejército afirma haber descubierto 10 millones de casos de fraude electoral.
Por eso ha pedido a la comisión electoral publicar y verificar las listas electorales, lo que el organismo no ha hecho.
El martes, en rueda de prensa, el portavoz del ejército no descartó que los militares tomaran el control del país.
Los temores aumentaron este nel miércoles después de que el jefe del ejército, el general Min Aung Hlaing, dijera que la Constitución podría ser “revocada” bajo ciertas circunstancias.
Lea también: BOTAN a 200 maestros por protestar: denuncian a Aristóbulo Istúriz por perseguir a los docentes
Lo que viene
Myint Swe, quien dirigía el comando militar de Rangún y actual vicepresidente de Birmania, se convierte en presidente interino por un año.
Mientras el control “legislativo, administrativo y judicial” recae en Min Aung Hlaing, el “hombre fuerte” de Birmania y quien ahora concentra casi todos los poderes.
El ejército birmano prometió el lunes nuevas elecciones al término del estado de emergencia de un año.
“Pondremos en funcionamiento una auténtica democracia pluripartidista”, declararon los militares en un comunicado publicado en Facebook.
Y añadieron que se traspasará el poder tras “la celebración de unas elecciones generales libres y justas”.
Rechazo internacional
Este es el tercer golpe de Estado en Birmania desde su independencia en 1948,: los anteriores se presentaron en 1962 y 1988.
La situación en Birmania que ha llevado a la detención de facto del gobierno civil Aung San Suu Kyi y a otros dirigentes, suscitó una avalancha de condenas en todo el mundo.
Estados Unidos, a través del portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, manifestó en un comunicado que:
“Estados Unidos se opone a cualquier intento de alterar el resultado de las recientes elecciones o impedir la transición democrática en Birmania, y tomará acciones contra los responsables si esas medidas no se revierten”.
Por su parte el secretario de Estado, Antony Blinken, pidió al ejército birmano:
“Liberar a todos los responsables del gobierno así como a los dirigentes de la sociedad civil y a respetar la voluntad del pueblo de Birmania…”
“Llamamos al ejército a respetar el Estado de derecho, a resolver los diferendos con mecanismos legales y a liberar inmediatamente a todos los dirigentes de la sociedad civil”, declaró la ministra australiana de Relaciones Exteriores, Marise Payne.
Naciones Unidas a través de Antonio Guterres, condenó “firmemente” el arresto por el ejército de Aung San Suu Kyi y de otros dirigentes políticos.
Asimismo, el ministerio indio de Relaciones Exteriores a través de un comunicado, describió: “observamos con mucha preocupación los hechos en Birmania…”
En Singapur, el ministerio de Relaciones Exteriores manifestó su “gran preocupación” respecto a la situación en Birmania y dijo esperar que todas las partes “den muestras de moderación”.
Con información de AFP
