La organización que naciera hace más de una década en un penal de Venezuela, ha cogido trascendencia en Latinoamérica, a tal punto que obliga a las autoridades de otras latitudes a establecer planes especiales
El Tren de Aragua, una de las organizaciones criminales que azota desde hace más de dos décadas a Venezuela, ha tenido un crecimiento exponencial en América Latina, lo que ha obligado a diversos organismos de seguridad internacionales a plantearse estrategias y formas en cómo para su accionar.
Durante el foro ¿Bajo qué control operan los pranes en las cárceles venezolanas? auspiciado por el Observatorio Venezolano de Prisiones, se habló sobre la trascendencia que ha tenido dicha organización criminal, que ya ha establecido toda una red internacional del delito, que opera en Chile, Colombia, Perú, Ecuador, con unas ramificaciones en Panamá y por supuesto, en Venezuela.
Humberto Prado, director del OVP, considera que el “Tren de Aragua es una marca internacional”, que aprovechó la diáspora venezolana para ir levantando su emporio criminal de manera significativa en otras latitudes.
Prado resalta que actualmente, hay todo un sistema policial que se encuentra detrás de esta gran mafia, la cual utiliza como delito principal la extorsión y la trata de personas, pero no deja de pasearse por el narcotráfico y los homicidios por encargo.
Debido a su alto crecimiento en delitos como los antes mencionados, ya las autoridades policiales de los países donde actúan mantienen una vigilancia y también un estigma. “Cualquier delito cometido en otro país, sus instituciones vincularán al Tren de Aragua a ese hecho”.
El Tren de Aragua y los penales
Otra de las ponentes en el foro fue la periodista e investigadora Ronna Rísquez, quien asoma que la forma de actuar como organización del Tren de Aragua, supera la capacidad y la forma de ver el delito como un negocio.
“Tengo entendido que en los penales de la región en los que están los miembros del Tren de Aragua, buscarían iniciar las prácticas existentes en las de Venezuela”, dice Rísquez refiriéndose a la forma en como el Tren de Aragua ha dominado de manera ilegal gran parte del control de las cárceles en Venezuela.
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Al momento de hablar sobre la capacidad de control de los líderes negativos dentro de los penales (pranes) y su operatividad para cometer delitos u ordenar que se cometan delitos en las calles venezolanas y ahora en otros países, los invitados al foro coincidieron en que esta es una práctica atípica que se le ha escapado de las manos al gobierno.
“Cuesta explicar afuera que esto ocurre en los penales del país. La realidad es que es el pran quien tiene el control… Cuando das con nuevos hallazgos cuesta aún más creerlo”, dice Rísquez.
“La recomendación a las autoridades de la región es que no pueden dar el control de los penales a los reclusos, porque lo que harán es reorganizarse”, expresa Prado.
El control del pranato
Un estudio realizado por el OVP indica que actualmente en Venezuela un 46% de la población carcelaria se encuentra en centros penitenciarios que están bajo el control del “pranato”.
Así lo dio a entender Carolina Girón, directora del OVP, quien además aseveró que existen un control mixto en muchas de las cárceles venezolanas.
“46% de la población carcelaria venezolana está en sitios bajo el control del pranato; 43% de control mixto y 11% en control del Estado… Vemos que hay ocho cárceles bajo el control de las autoridades, otras ocho por el pranato y 15 que tiene un régimen mixto”
