Unos 150 operadores turísticos de diversos países han mostrado su interés de invertir en la región oriental
Entre la modernidad y la historia, Anzoátegui busca convertirse en el primer destino turístico de Venezuela en el mundo, con la construcción de innovadores hoteles ecológicos y ampliación de red de servicios.
La inversión privada nacional e internacional sería la clave para la migración de una economía dependiente en 80% del petróleo al turismo, aunque la entidad tiene 2 de las refinerías más grandes de América Latina y las reservas de petróleo comprobadas más grandes del mundo en la Faja Petrolífera del Orinoco.
Al menos 150 operadoras turísticas de países como Malasia, México, Rusia, Suráfrica, Polonia y Colombia, entre otros, han mostrado interés de incluir a Venezuela y Anzoátegui entre sus ofertas.
“Tenemos un destino biodiverso, con condiciones que son atractivas para el turismo internacional, hemos hecho esfuerzos durante 2022, que el próximo año se van a ver los resultados, con políticas públicas que fomentan la inversión privada” señaló el gobernador, Luis José Marcano.
La propuesta en Anzoátegui
La propuesta va desde el rescate y explotación de tesoros arquitectónicos de la época colonial, su tradicional destino de sol y playa, sumándole atractivos como aguas termales, ríos, clima de montaña multidiverso.
“En la mañana puede estar en la playa, en 5 minutos llegas a un río o aguas termales y culminas el día a 10 minutos en climas de montaña con neblina y todo” aseguró Dannys Guevara, operadora turística.
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Algunos destinos como Guanta, presentan deportes extremos como la escalada en cascadas y montañas, rafting, cuevas naturales, agroturismo.
Para quiénes aman los deportes marinos, Lechería trae la propuesta que cada vez toma más fuerza, con velerismo, kayak, parapente, winsurf, kitesurf, por la bondad de los vientos y sus aguas templadas, además de una oferta gastronómica envidiable con restaurantes para todo tipo de gustos que van desde las tradicionales arepas y empanadas hasta propuestas gourmet con cocina de autor.
La ecología, los desiertos y playas aptas para el surf son en el oeste, la propuesta con escenarios imponentes como las lagunas de Unare y Puerto Píritu, donde habitan en sus mejores momentos hasta 50 especies de aves entre autóctonas y migratorias.
La tradición y la cultura enmarcadas en escenarios coloniales como el casco histórico de Barcelona, calles empedradas en Clarines, son otras de las propuestas.
