Xenofobia, violencia y explotación sexual, violencia psicológica y discriminación acechan a las migrantes venezolanas, según un informe elaborado por la Red de Activistas Ciudadanos por los Derechos Humanos Internacional
La crisis económica que vive Venezuela desde hace años ha tenido graves impactos de género, puesto que las venezolanas han sido las más afectadas. Esos efectos se notan aún más sobre las mujeres que emigran.
Así lo denuncia la ONG Cepaz que difundió un informe de la Red de Activistas Ciudadanos por los Derechos Humanos Internacional (Redac Internacional).
La red alerta sobre “los impactos de género derivados de la grave crisis de derechos humanos y democrática del país”. Estos impactos se dan con más fuerza entre las mujeres que deciden irse del país. Y se caracteriza por “la feminización de la pobreza, aumento de la mortalidad materna y las complicaciones obstétricas. Además del embarazo adolescente y de enfermedades de transmisión sexual (sífilis congénita y VIH)”.
A esto se suman “abortos inseguros asociados a embarazos no deseados, esclavitud sexual, femicidios y otras manifestaciones de violencia de género. Los mismos se dan en el ámbito privado y público”. Todo empeora con “los numerosos obstáculos para el acceso a la justicia”, agrega el estudio.
Lea también: ENGAÑAN Y EXPLOTAN a migrantes venezolanas: capturan en Colombia a nueve miembros de una red de trata de mujeres
La COVID-19
Por si no fuera bastante grave lo que pasan las venezolanas migrantes, el informe habla sobre el especial efecto de la pandemia de la COVID-19.
“La respuesta de los Estados del cierre de fronteras ha exacerbado las vulnerabilidades de las mujeres y las niñas. Se han acrecentado formas concretas de violencia de género (femicidio, violación, trata y otras formas de explotación sexual). Esto se da tanto en su lugar de origen, durante el tránsito y en el país de destino”.
Destaca el escrito que “79% de las personas en riesgo de desalojo son mujeres, situación agravada por la naturaleza informal de los acuerdos de arrendamiento”.
La “tormenta perfecta”
El informe está hecho sobre la base de decenas de testimonios de mujeres migrantes venezolanas, a quienes les ha tocado pasar por lo peor. Esto se concentra en hechos como: xenofobia, violencia y explotación sexual, violencia psicológica y discriminación.
El documento se denomina, Las voces de ellas: Situación de las mujeres venezolanas en movilidad. El mismo recoge los testimonios de 46 mujeres y hombre trans, que salieron del país entre 2014 y 2021.
Los relatos “reflejan claramente las discriminaciones en razón del género, el estatus migratorio, la clase social, la identidad de género y la orientación sexual”.
Un elemento presente en todos los testimonios es la xenofobia. También las agresiones físicas y psicológicas.
“Se han documentado casos de trata con fines de explotación sexual, violencia sexual, violencia reproductiva y femicidio. Las entrevistadas identificaron experiencias de violencia de género y experiencias de xenofobia. Las mismas se entrelazan directamente y explican la multiplicidad de situaciones discriminatorias vividas”, destaca.
“La dimensión de la violencia sexual se encuentra fuertemente presente en el proceso migratorio de las mujeres venezolanas, vinculado a la xenofobia y a la hipersexualización de sus cuerpos”, agrega
Recomendaciones
Por estos motivos, Redac recomendó abordar la respuesta migratoria desde el enfoque de derechos humanos y género. La idea es que se garanticen “los principios de no devolución, unidad familiar y la prohibición de rechazo en frontera”. A esto se debe sumar “el acceso fácil a los mecanismos para buscar y recibir protección internacional, así como la regularización de la situación migratoria”.
Asimismo, piden a los países receptores “enfrentar la trata de personas, y adoptar medidas de prevención, investigación, sanción y reparación a las situaciones de violencia y discriminación por razón de género”.
Igualmente, exigen “garantizar el acceso a la salud a las mujeres y personas LGBTI venezolanas. Para ellos se requiere desarrollar programas que aborden la experiencia migratoria. Y esto tiene que incluir la atención psicosocial y a la salud física con énfasis en la salud sexual y reproductiva”.
Por otro lado, requieren “medidas de sensibilización para prevenir la xenofobia y el racismo. Así como fortalecer los mecanismos e instrumentos de cooperación regional para afrontar la crisis de movilidad humana venezolana con una perspectiva de derechos humanos y género”.
