Cinco años después de revelarse los peligros del submarino para alcanzar grandes profundidades, se presenta el escándalo
La seguridad del sumergible turístico que desapareció en su camino hacia donde el Titanic naufragó ya había sido motivo de preocupación, advirtió un exempleado de OceanGate, compañía que organiza las expediciones del transatlántico al sitio histórico.
Según documentos judiciales obtenidos por The New Republic, David Lochridge habría expresado su preocupación hace varios años sobre las capacidades del submarino.
Declaraciones que reviven y toman mayor importancia ahora que El Titán, que transportaba a cinco pasajeros al sitio del naufragio a 900 millas al este de Cape Cod en el Atlántico Norte, desapareció el 18 de junio.
Según demanda por incumplimiento de contrato de 2018, Lochridge, piloto de sumergibles y director de operaciones marinas en ese momento, alegó que el submarino no podía alcanzar con seguridad las profundidades que necesitaba para que los invitados vieran los restos del Titanic: unos 13.000 pies bajo el agua, informó TNR .
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Recoge la publicación People que esta información surgió cuando, según los informes, Lochridge fue despedido y fue demandado por OceanGate después de que supuestamente se negó a dar luz verde a las “pruebas tripuladas del primer modelo del submarino” porque creía que no era seguro y por supuestamente revelar información confidencial.
Luego contrademandó alegando que fue despedido injustamente por ser un “denunciante”.
Según TNR, la contrademanda de Lochridge alegaba: “Dadas las fallas predominantes en el modelo a escala 1/3 previamente probado y las fallas visibles en las muestras finales de carbono para el Titán, Lochridge nuevamente enfatizó el peligro potencial para los pasajeros del Titán como el sumergible alcanzara profundidades extremas”.
Cinco años después el sumergible desaparece y mantiene en vilo a la comunidad internacional.
