Controles de precios y de cambio y emisión de dinero inorgánico son los principales errores del régimen que ya tienen tres años ahogando a Venezuela en la hiperinflación
Cierra noviembre y con él se cumplen 36 meses continuos de hiperinflación en Venezuela. El atraviesa una situación económica sin precedentes que nos equipara a países en ruinas o que hayan pasado por una guerra o hecatombe ambiental.
A continuación las 5 claves de ese desastre, publicadas por la agencia Efe:
Errores fiscales
Aunque Venezuela entró en hiperinflación en noviembre de 2017, los precios comenzaron a subir con fuerza desde 2014. Ese año el país vio recortado su flujo de caja por el desplome de la cotización del petróleo. Comenzaron a caer las importaciones que dieron paso a una severa escasez de alimentos básicos y medicinas.
El economista Luis Bárcenas dijo que la financiación -desde 2014- del enorme gasto público del Estado venezolano, a través del Banco Central, prendió fuego a la hiperinflación en el país.
Es un fenómeno “perverso” y que suelen llamar “máquina de hacer dinero” o “dinero inorgánico”. Se traduce en la expansión de la masa monetaria sin que haya activos o servicios que respalden la emisión de este nuevo circulante. El dinero ni siquiera llega a imprimirse.
La administración de Maduro respondió al rampante aumento de la inflación con más emisión de dinero. También con un estricto control de precios. Con esas dos medidas intentaban apagar el fuego con gasolina.
“No estás atacando la causa de la hiperinflación con los controles, es como controlar una gangrena escondiendo la sangre”, añadió Bárcenas. Aseguró que esta herramienta produce escasez que es una “inflación escondida”, porque presiona el alza de precios.
Los sueldos de los trabajadores
La hiperinflación redujo a mínimos los ingresos reales de los trabajadores venezolanos. Ellos perciben salarios de millones de bolívares que representan apenas un puñado de dólares.
“La hiperinflación lo que ha hecho es que el salario mínimo del venezolano, que llegó a estar en 200-300 dólares, más o menos igual que en cualquier país de América Latina, en este momento (sea) de menos de un dólar”, dijo el economista Ángel Alvarado.
De acuerdo con el legislador el salario mínimo “solo compra el 0,72 % de la canasta alimentaria”. Esto condena a millones de ciudadanos a la miseria.
La consecuencia de la hiperinflación es que los venezolanos rechacen cada vez más los bolívares. La moneda ya no cumple las funciones del dinero, de acuerdo con el economista Jesús Casique.
“Ya no es unidad de cuenta, porque todo se define en divisas, no sirve como medio de pago. Ya podemos ver que el medio de pago preferido en Venezuela es el dólar, y tampoco cumple como reserva de valor. ¿Quién ahorra en bolívares en Venezuela?”, se preguntó.
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El tiempo sigue pasando
Los expertos discrepan acerca de cuándo podría el país abandonar el escenario de hiperinflación. Aunque señalan que el indicador ya no deja registros mensuales de 3 dígitos, como sucedió durante 2018.
“Podríamos inferir que Venezuela va rumbo a salir de la hiperinflación. Pero la economía venezolana es extremadamente volátil, por ello es muy prematuro llegar a este tipo de conclusiones”, apuntó Casique.
Casique cree que Venezuela no alcanzará los 44 meses de hiperinflación que sufrió Grecia tras la segunda Guerra Mundial. tampoco los 63 de altísima inflación en Nicaragua entre 1986 y 1991.
Es decir, Venezuela debería abandonar el escenario de hiperinflación antes de junio de 2021.
Empeora con la crisis
Aunque la inflación tuvo su origen en malas políticas fiscales y un gasto público sin control, los elementos propios de la crisis venezolana espolean la subida de precios.
La cada vez mayor inutilidad del bolívar lleva a los ciudadanos a la compra de dólares. Esto, a su vez resta más valor al al bolívar.
“Si yo salgo del dinero (bolívares), el dinero pierde valor exponencialmente. Es algo que nadie quiere, pero, al mismo tiempo, cada vez que yo salgo del dinero aumento aceleradamente el gasto. Eso hace que la hiperinflación aumente”, aseguró Bárcenas.
Por su parte, Ronald Balza, apuntó que el colapso de los servicios públicos, la escasez de combustibles encarece los productos y servicios.
“La falta de transporte, de combustibles, es algo que tenemos desde hace varios años en varios estados del país. Los problemas de electricidad, de telecomunicaciones, generan costos de producción, de distribución, que no teníamos antes”, indicó.
Además, señaló que el masivo éxodo de profesionales destruyó el tejido y las capacidades productivas del país.
Cómo dejar atrás el fenómeno de la hiperinflación
Los expertos coinciden en que el régimen debe cesar inmediatamente la emisión de dinero inorgánico y apretarse el cinturón fiscal.
Pero para Alvarado, las decisiones de Maduro para frenar el alza de los precios han sido “tímidas, tardías y completamente insuficientes”, y no se enfocan en acabar con las causas reales de la hiperinflación.
Balza remarcó, por su parte, que el país debe recobrar la institucionalidad para que los poderes puedan vigilarse unos a otros y el Ejecutivo tenga que rendir cuenta de sus gastos.
“Es el financiamiento monetario de un gasto que no sabemos en qué se dio, porque no tenemos presupuesto”, explicó Balza.
Alvarado indicó, por otra parte, que para controlar la inflación se deben restablecer los “derechos económicos” de los venezolanos, que aseguró fueron cortados no solo por Maduro, sino por su mentor, el fallecido presidente Hugo Chávez (1999-2013).
“La economía venezolana, desde que llegó Maduro al poder, hace 7 años, se ha destruido un 92 % (…), esta hiperinflación fue provocada deliberadamente para destruir el salario del trabajador y mantener a Maduro en el poder”, aseveró.
