Sumidos en la desesperanza, miles de campesinos viven su peor pesadilla tras dejar sus casas y fincas por culpa de la violencia
Desde hace 100 días las calles de las veredas La Mercedes y Santa Catalina, en el suroccidente colombiano, en la frontera con Ecuador, son pueblos fantasma.
Luego de los intensos combates entre las autoridades y las disiencias de las Farc.
Además, los habitantes de cinco veredas del municipio de El Charco en la costa pacífica nariñense colombiana, no sólo salvaron sus vidas, sino que ahora viven su peor pesadilla.
Desterrados por las disidencias, dejaron sus casas y fincas por culpa de la violencia.
Esta es una historia del periodista Winston Viracachá para el programa de televisión colombiano, Testigo Directo.
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