Gran conmoción en EE.UU. y el mundo por la trágica historia de un niño de 12 años que se quitó la vida como consecuencia de haber sufrido de bullying durante más de un año …
La historia de Drayke Hardman ha conmocionado a Estados Unidos. El niño de 12 años del estado de Utah se quitó la vida el pasado 10 de febrero tras sufrir bullying en su colegio durante más de un año.
Los padres de Drayke han querido hacer pública la historia a través de las redes sociales, con la esperanzana de poder contribuir en la eliminación del acoso escolar y evitar futuros casos.
Para muchos el ‘bullying’ también es una pandemia y, por desgracia, sigue machacando a muchísimos estudiantes, reseña El Periódico.
“Este es el resultado del bullying. Es real, es silencioso y no hay absolutamente nada que puedas hacer como padre para quitar este profundo dolor. No hay señales, solo palabras hirientes de otros que finalmente robaron nuestro Drayke de este lugar cruel”, dijeron los padres en las redes sociales.
El niño de 12 años nunca le contó a sus padres
Tras la tragedia, se conoció que Drayke sufría maltrato físico y psicológico en el colegio; y nunca contó a sus padres la batalla injusta que le estaba tocando librar.
“Tenía 12 años. ¿Cómo un niño de 12 años que fue amado ferozmente por todos piensa que la vida es tan difícil que necesita alejarse de ella? Este chico conocía el amor todos los días de su vida. Él era nuestro mundo, mi mundo, el mundo de su padre, el mundo de sus hermanas… girábamos alrededor de él”, escribieron sus padres en Instagram.
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Soñaba con ser de la NBA
El joven Drayke era un gran fan del baloncesto, “Siempre le decía a su papá y a sus hermanas que iba a ser la estrella más baja de la NBA, para que pudiera formar equipo con Denovan Mitchell y pudieran conquistar el baloncesto”.
La conmovedora historia de Drayke ha sacudido Estados Unidos y, ha vuelto a abrir el debate sobre el bullying tanto en EE.UU como por todo el mundo.
Tras la muerte de Drayke, los padres del niño de 12 años han querido iniciar una campaña en redes sociales con el hashtag #doitfordrayke para que las familias se preocupen por educar a los niños a no tener actitudes abusivas y de odio hacia nadie.
Drayke era un ejemplo de esa educación “su propósito aquí era enseñar bondad, mostrar amor y lo hizo. Escogía a cualquiera como amigo para que ellos tuvieran uno. Una vez que estabas en la pandilla de Drayke, estabas allí para siempre”, publicaron sus padres en Instagram.
