El linchamiento en Venezuela ha venido ocurriendo con relativa frecuencia y muchos de estos casos terminan sin investigación ni proceso jurídico
Los recientes casos ocurridos en Lara y en la parroquia la Vega en Caracas ,en los últimos días, han replanteado una vez más el delicado tema del linchamiento.
En el primer caso, se produjo la muerte de la víctima; en el segundo, el hombre fue golpeado salvajemente por una comunidad enardecida y frustrada.
Hay que recordar que en el linchamiento, no necesariamente se produce la muerte de la víctima.
Podríamos definirlo, entonces como una paliza, castigo o muerte que una muchedumbre airada causa a un sospechoso de haber cometido uno o varios delitos y goza todavía de impunidad, porque no ha sido ni detenido ni procesado ni juzgado.
Algunos especialistas afirman que el linchamiento se produce cuando los policías, los tribunales y los órganos de prevención y represión, no funcionan o no son eficaces.
Esto trae como consecuencia una peligrosa situación de indefensión para cualquier comunidad, la cual se ve en “la obligación de tomar la ley en sus propias medios”.
El origen de esta palabra deriva del apellido de Charles Lunch, un influyente juez del siglo 18 en el estado de Virginia, en Los Estados Unidos, quien por allá en 1780, sorprendió con una decisión que causó revuelo, al ordenar la ejecución de los integrantes de una banda de conservadores, sin antes haber permitido la posibilidad de que fueran sometidos a un juicio.
Insistimos en que el linchamiento también puede tipificar se sin que se produzca muerte como ocurrió con Víctor Modesto quien fue víctima de una golpiza por parte de los habitantes del sector uno del barrio Las Casitas de la Vega en Caracas.
Este hombre fue llevado grave al hospital Pérez Carreño de Antímano y aún su estado de salud es muy delicado. Estaba acusado de presunta violación.
¿Cómo se penaliza el linchamiento?
En el continente americano, Bolivia registra unas de las cifras más altas de linchamientos. Solo en el año 2007 se registraron 57, en tres ciudades como Cochabamba, Santa Cruz y La Paz.
En Venezuela han venido ocurriendo con relativa frecuencia y muchos de ellos terminan sin investigación ni proceso jurídico.
Penalizar este delito nunca ha sido tarea fácil por la dificultad que se presenta en virtud de que, en él, suelen participar varias personas y a veces multitudes.
Esto impide determinar concretamente quien produjo la muerte de la persona linchada.
Para solventar la situación, en algunos casos, se emplea lo que se llama en derecho: “la complicidad correspectiva”. Es decir, que ante la imposibilidad de decir quién tuvo la mayor responsabilidad como autor material, la pena puede distribuirse entre varios de los sospechosos de haber participado en el linchamiento.
A Caracas le siguen Valencia y Maracaibo como las ciudades que han registrado el mayor número de linchamientos.
Cada delito de esta naturaleza es una clara advertencia y recordatorio a las autoridades policiales y judiciales sobre el papel que deben cumplir: atacar, combatir y procesar a los delincuentes, que no es otra cosa que, garantizar el equilibrio social de cualquier país del mundo. Porque, precisamente, para ese fin fueron creadas las leyes.
