La guerrilla y el narcotráfico atacan a los migrantes de manera despiadada, ya que, sin querer, han develado sus posiciones
Las estadísticas reveladoras sobre la migración en el Tapón del Dairén cada vez son más abrumadoras. Son múltiples las personas, en su mayoría venezolanos, que han vivido, conocen algún caso o simplemente han leído sobre muertes, suicidios, violaciones, trata de personas y demás delitos cometidos en contra de aquellos que buscan cruzar la selva, para seguir un camino hacia los Estados Unidos.
Esta situación, que atenta contra los humanos que intentan buscar un porvenir al cruzar esta inhóspita región, va relacionada directamente a dos parámetros mortales. El primero; Las condiciones del medio ambiente y la fauna. La segunda, que es si se quiere la de mayor peligrosidad; la acción del hombre contra el hombre.
Guerrilla y narcotráfico al descubierto en el Darién
Antes de que fuese público y notorio el éxodo masivo de personas a través del Tapón del Darién, para llegar a la frontera entre México y Estados Unidos, ya era conocido que grandes grupos terroristas mantenían el control ilegal del Darién.
El Clan del Golfo, así como células guerrilleras de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia y del propio Ejército de Liberación Nacional (ELN) han mantenido enfrentamientos constantes para mantener al Darién lo más bajo perfil posible.
Al comenzar el paso de migrantes a convertirse en algo constante. Esto prendió un alerta entre las autoridades de Panamá y Colombia. Pero dicha alerta también se convirtió en un peligro para estos grupos terroristas, que con el pasar de humanos por sus principales vías de escape, control y traslado de drogas, han quedado expuestos.
Debido a esto, según cuentan autoridades del Servicio Nacional de Fronteras de Panamá (Senafront), estos grupos, en conjunto con delincuencia común, atacan de manera constante a los campamentos y personas que se trasladan por la zona. Es aquí donde se producen los robos, hurtos, asesinatos, violaciones, extorsiones y hasta secuestros.
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Dichos grupos, según las autoridades panameñas, utilizan a los migrantes también para transportar sustancias ilícitas de un punto a otro.
Los autóctonos
Las tribus indígenas que habitan el Darién, así como campesinos, son secuestrados y utilizados por los grupos irregulares. Su utilización es sencilla; los obligan a ser guías para la trata de personas, así como los cargamentos de drogas.
“La delincuencia organizada no discrimina nacionalidad, género, incluso ni la edad, y captan a colaboradores que les garantizan el sostenimiento logístico para sus actividades delictivas”, indica en días pasado el Senafront.
La trata de personas
Autoridades panameñas y colombianas han determinado que en el negocio de la trata de personas, hay redes internacionales, que operan desde Venezuela, Ecuador, Colombia y otras latitudes, para captar personas, llevarlas por el tapón del Darién o simplemente abandonarlas. Entre ellos los famosos Coyotes.
Hemos desmantelado una organización delictiva conformada por colombianos y ecuatorianos que traficaban migrantes hacia Estados Unidos. En los transportes que se hacían en barco se documentó la muerte de 10 niños y nueve adultos, estas personas pagaban entre 5.000 dólares y 300 dólares al Clan del Golfo y otros grupos armados”, dijo en su momento el jefe de policía en Colombia, Jorge Luis Vargas.