Las enfermeras, así como todo el personal de salud trabaja a ciegas ante un Estado que no dota a hospitales de equipos e insumos y tampoco atiende los daños en su infraestructura
Trabajar sin haber comido, caminar kilómetros para llegar al hospital o enfermarse y luego no recibir la debida atención. Este es el día a día de las enfermeras en Venezuela.
“El Estado no nos protege de la COVID-19. Si presentamos síntomas, solo nos envían a nuestras casas por 7 días sin posibilidad de poder adquirir los medicamentos. Esto porque el centro de salud no los tiene y tampoco podemos comprarlos con los salarios que ganamos”. La denuncia la hizo Ana Rosario Contreras, presidenta del Colegio de Profesionales de Enfermería de Caracas, en un trabajo publicado por Amnistía Internacional.
“Antes de la pandemia, el personal de enfermería ya laboraba en condiciones catastróficas dentro de los hospitales venezolanos. Allí no hay insumos y los salarios condenan a la extrema pobreza. También somos perseguidos y amenazados por nuestros empleadores si exigimos nuestros derechos”, agregó Rosario Contreras. Lo hizo durante el webinar “Enfermeras entre la violencia institucional y la pandemia”, organizado por la ONG en Venezuela.
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Sector en crisis
El personal de salud trabaja a ciegas ante un Estado que no dota a hospitales de equipos e insumos y tampoco atiende los daños en su infraestructura.
Contreras resaltó que su gremio siente miedo de contagiar a sus familiares y vecinos al volver a casa. Dijo que en los hospitales no hay agua para ducharse después de sus guardias. “No nos dan gel antibacterial, gorros ni guantes; solo nos dan un tapaboca que debemos usar por 15 días continuos”, relata.
Indicó que no existen protocolos de bioseguridad para resguardar la vida de las enfermeras que laboran día tras día en estos centros de salud.
De 120 mil profesionales de enfermería que existían en todo el país solo quedan 40 mil. La mayoría ha emigrado.
“La COVID-19 visibilizó la vulnerabilidad que existe en todo el sistema de salud en Venezuela, pero también agudizó el déficit de enfermeras qué hay en los centros hospitalarios”, dijo Contreras.
Resaltó la importancia de la alianza con instancias internacionales para que se vean las vejaciones y lograr condiciones laborales dignas.
Monitoreo de la CIDH
Soledad García Muñoz, Relatora Especial de la Derechos Económicos la CIDH, comentó que el organismo internacional lleva un monitoreo diario de la situación de las enfermeras. También de todo el personal de salud en Venezuela. Destacó que el sistema de salud se encuentra cada vez más crítico.
Las condiciones precarias en las que los trabajadores de la salud realizan sus actividades son alarmantes. También dijo que la violencia contra las enfermeras y personal de salud en general exacerba aún más la Emergencia Humanitaria.
“Estamos llevando registro de las vulneraciones que sufre este gremio. Además de las precarias condiciones en las que deben sobrevivir y el acoso que padecen en sus trabajos por hacer denuncias”, dijo.
Indicó que la falta de rendición de cuentas por parte del Estado venezolano es grave. Se desconoce la inversión en insumos, equipos e infraestructura de salud.
También les preocupa la falta de boletines epidemiológicos que brinden un panorama de las enfermedades existentes en el país.
Denunció que la corrupción enquistada en los organismos públicos impide la llegada de insumos a los hospitales.
