El Centro de DD.HH de la UCAB elaboró un informe sobre el retorno de miles de venezolanos que emigraron para huir de la crisis, pero sus aspiraciones fueron frenadas por la pandemia
Más de 5 millones de venezolanos han abandonado el país debido a la crisis. Sin embargo, con el estallido de la pandemia, miles decidieron regresar. Ese retorno ha sido un espejismo, según el informe elaborado por el Centro de DD.HH de la Universidad Católica Andrés Bello.
Los venezolanos que están retornando no solo han encontrado un país arruinado. Está en peores condiciones de las que dejaron meses, o años atrás. Lo peor, es que los retornados están sufriendo por la violación de sus derechos más básicos. Esto, como consecuencia de las políticas del régimen para “contener” los contagios de coronavirus.
Tales son las condiciones de ese regreso y las trabas que estos venezolanos encuentran que, según el informe, gran cantidad de ellos quiere echar para atrás.
“Desde junio, a medida que la decisión de restringir el retorno por la frontera entre Colombia y Venezuela comenzó a generar represamiento. Empezó a observarse un reflujo de caminantes que habían llegado hasta poblaciones fronterizas. Después de varios días deambulando a la intemperie y sin certeza de poder cruzar la frontera, decidieron volver sobre sus pasos, adentrándose nuevamente en territorio colombiano”, dice el informe.
Arrepentidos del retorno
“Periodistas y trabajadores humanitarios que monitorean el reingreso de algunas personas a Venezuela, le han informado al CDH UCAB que han recibido mensajes de retornados, que lamentan haber regresado y expresan esperanza de poder volver a salir pronto; igualmente, piden que se recomiende a quienes tienen planes de retornar que no lo hagan”, señala el escrito.
“Todavía no han terminado de reingresar quienes se propusieron volver a Venezuela y ya se observa un incremento de personas caminando nuevamente desde la frontera, en dirección a diversas ciudades de Colombia y, en menor medida, hacia Ecuador y Perú”, reitera.
La situación de los llamados Psi, instalados por el régimen de Maduro, son otra pesadilla para los retornados. Mala alimentación, maltrato, hacinamiento y discriminación, es lo que han encontrado.
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