Darwin Cedeño y Miguel Áñez, ambos médicos de un hospital en Maracaibo, protagonizaron una acalorada pelea. En el fragor del momento, el segundo le propinó tres balazos al primero y luego se quitó la vida
“Los dos estaban afuera peleando y Miguel le disparó en la cabeza a ‘Cayo’. Este trató de huir, pero enseguida se desplomó y quedó sin vida en la vereda. Miguel se metió en la casa, se encerró y a los minutos escuchamos un tiro. Miguel se había matado”.
Esta es parte de la narración que hicieron los habitantes del sector Negro primero con San Felipe, en el municipio San Francisco del estado Zulia.
Y es que luego de sostener una acalorada discusión, Darwin Cedeño (Cayo) y Miguel Áñez, terminaron muertos. Los vecinos de un edificio ubicado cerca quedaron conmocionados al escuchar las detonaciones de un arma de fuego, aproximadamente a las 10 de la mañana de este 14 de octubre.
Se trata del drama entre un internista y epidemiólogo (Cedeño) y un residente de ginecología (Áñez), ambos trabajadores del Hospital Noriega Trigo, ubicado en las cercanías de su residencia.
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Según los vecinos del lugar, ambos doctores salían del edificio donde residían, cuando sostuvieron una fuerte discusión.
Áñez sacó un arma de fuego, un revólver 380 mm, para amenazar a Cedeño. Este salió corriendo para salvar su vida. Sin embargo, el residente de ginecología lo alcanzó en una de las veredas y le disparó, al menos en tres oportunidades.
Tras cometer el crimen, Miguel Áñez se encerró en el cuarto que aparentemente compartía con Cedeño y se quitó la vida, disparándose.
Personas allegadas a Darwin Cedeño manifestaron que era un buen médico y una persona muy sociable y amistosa. El caso generó conmoción entre todos los trabajadores del Hospital Noriega Trigo.
Una comisión del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas se acercó al lugar para levantar los cadáveres, e iniciar las primeras indagaciones sobre el caso, reseñó la prensa local.
La Policía Científica no descarta ninguna hipótesis. Sin embargo, la que cobra más fuerza es la pasional, puesto que se presume que ambas víctimas eran pareja.
