Los precios de varios productos han aumentado hasta 36% desde los últimos días de agosto
Desde el 25 de agosto, cuando el dólar paralelo registró su precio más alto, 9,33 bolívares, la divisa ha venido bajando paulatinamente, hasta ubicarse, este jueves, en 8,14 bolívares.
Tras la debacle cambiaria de la última semana del mes pasado, la divisa oficial, establecida por el Banco central de Venezuela, también se movió al alza, y se sitúa actualmente en Bs. 7.98.
Lo que si no ha bajado son los precios de los productos, bienes y servicios que aumentaron hasta dos veces al día.
Aunque la administración de Nicolás Maduro, a través de la Sundde obliga a los comerciantes a cobrar los precios sobre la base de la tasa del BCV, el costo de los alimentos, principalmente, aumentó entre 30% y 36% y de allí no bajan.
Los huevos, el pan, el queso blanco, son ejemplos de estos aumentos, puesto que de costar 30 bolívares el cartón, en el caso de los huevos, ahora no baja de los 40 bolívares.
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Lo mismo pasa con el pan. Hay expendios donde un gallego, por ejemplo, costaba un dólar y ahora el precio oscila entre 1,8 y 2 dólares.
El argumento de los comerciantes es que ellos deben aumentar los precios, en dólares, porque no saben cuándo van a poder reponer la mercancía y deben “cubrirse las espaldas”.
Los expertos han advertido que se viene una especie de “boom inflacionario”, porque la caída constante del bolívar no es más que una demostración de la inestabilidad cambiaria.
El Banco central ha seguido interviniendo el sistema cambiario para seguir “estabilizando” el precio de la divisa y hasta el momento ha inyectado cerca de los 4.000 millones de dólares.
