EE. UU. se empeña en las sanciones ¿Es “poco probable” que las revierta sin un cambio político? (+Análisis)

Luis Vicente León, presidente de Datanálisis, critica a quienes piden que las sanciones regresen, porque ello significa mantener a Venezuela contra el piso

El panorama político de Venezuela se ve oscuro, atacado por la incertidumbre que genera la amenaza cierta de los Estados Unidos de reimponer las sanciones sobre el país, si no hay un cambio político, comenzando la “rehabilitar” a María Corina Machado.

Para el economista y presidente de Datanálisis, Luis Vicente León, en este momento “hay dos incertidumbres que definirán escenarios 2024: 1 ¿hasta qué punto retrocederá la flexibilización de las sanciones petroleras?, y 2 ¿cuál será el gasto electoral y su impacto en la economía?”.

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Cambios políticos

Según el análisis de León, las respuestas a estas incertidumbres son claras.

En primer lugar, “sin cambios políticos, es poco probable que EE. UU. mantenga la licencia general petrolera. Y estamos claros que esos cambios son realmente muy complejos de concretar a corto plazo”.

Sin embargo, dice que, “lo que no está claro es si habrá un retroceso parcial, que le permita hacer al gobierno de Biden el punto político de castigo a Maduro, actuando contra PDVSA pero manteniendo opciones para las empresas privadas, o si revertirá totalmente las licencias y regresará a su momento de máxima presión”.

En este caso, aclara que esas medidas demostraron que “no se logró presionar a Maduro”.

Además, dice que “en cualquiera de estas opciones, el flujo de divisas será mayor al del 2023, pues en el peor escenario ya hubo ingresos adicionales de un semestre”.

Agrega que el gobierno de Nicolás Maduro va a mantener “una estrategia de gasto público para financiar su campaña y la estabilidad social. El aumento de los ingresos en divisas le permitirá al gobierno seguir su política de estabilización cambiaría, con desplazamientos pequeños y continuos de la moneda”.

León afirma que en cualquier caso “la economía tenderá a crecer, pero de manera siempre moderada, porque el deterioro de los encadenamientos productivos y la infraestructura es monumental. Pero es obvio que ese crecimiento será más fuerte en el escenario de reversión parcial (6%-8%) que en el de reversión total (2%-3%)”.

Aclara que “la diferencia entre ambos es que el primero es proyectable hacia el futuro, basado en expansión y crecimiento de la producción petrolera privada, mientras que el segundo es bajo, puntual e insostenible, y el 2025 pintaría muy mal”.

El país contra el piso

Luis Vicente León, por otro lado, critica a quienes insisten en que regresen las sanciones.

“Cuando alguien plantea que es necesario regresar a las sanciones originales y volver al punto de octubre 2023, lo que está diciendo es que hay que volver a poner al país contra el piso”, aseveró.

Recordó que, gracias a las sanciones, se impidió la participación de Venezuela en el mercado occidental, lo que empujó al país hacia el oriente, además de “deteriorar aún más la infraestructura eléctrica y de salud, promover la corrupción y opacidad de los mercados petroleros negros, donde se obliga a colocar el producto venezolano con descuentos groseros de 40% y todo eso, para tener el mismo resultado político de los últimos seis años de sanciones”.

Esas consecuencias son: “consolidar al gobierno, darle más fuerza y control sobre la gente que necesita que le den lo que hay, hacerse más dependiente y romper cualquier posibilidad de negociación electoral, por débil que esta sea”.

Consecuencias políticas

Asimismo, el experto cree que insistir en que regresen las sanciones, conduce al país “a una elección no solo no competitiva, que en todos los casos lo será, sino absolutamente controlada, sin opciones alternativas de liderazgo opositor que pueda servir como receptor del deseo de cambio que Maduro no puede inhabilitar”.