Hasta hace poco Venezuela no figuraba en la lista de países con estadounidenses presos, pero con los exdirectivos de Citgo y los tres arrestados este año, en la frontera, la administración de Maduro se coloca en ese radar
A través de un estudio de la fundación estadounidense James Foley, se conoció que el gobierno de Joe Biden está “preocupado” por el aumento de arrestos contra ciudadanos de EE.UU. en varios países, entre ellos Venezuela.
Este aumento, según la ONG sería de 580% en 10 años. Se trata de “estadounidenses injustamente detenidos por gobiernos extranjeros”, señala el informe reseñado por Efe.
“Hay al menos 64 personas inocentes víctimas de arrestos injustos y prolongados, de un promedio de cuatro años”, destaca el documento, donde agrega que “cada vez más países detienen de informa injusta y precisa” a ciudadanos de ese país.
Destaca que “de 2012 a 2022, había de media 34 estadounidenses retenidos injustamente por gobiernos extranjeros cada año, frente a los cinco anuales de media entre 2001 y 2011”.
China e Irán encabezaban la lista de los países con “detenciones erróneas”. En el primero se registraban casi 20 % de todos los casos, con al menos cuatro al año desde 2007.
En el caso de Irán, “ocurren 12 % de los arrestos, con al menos uno desde 2002”.
Sin embargo, el informe alerta que “más recientemente se han incrementado las cifras en Venezuela y Rusia. Venezuela ha detenido o retenido injustamente a al menos un nacional estadounidense cada año desde 2013 y ha arrestado a al menos cuatro en 2022”, añade.
Mientras que “Rusia ha detenido injustamente a un estadounidense desde 2017”, apunta la ONG.
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Negociaciones fracasadas
En Venezuela, el caso más emblemático de estadounidenses presos es el de los exdirectivos de Citgo, quienes se encuentran en la sede del Sebin, en El Helicoide.
A ellos se une el exmarine Matthew Heath, quien hace poco atentó contra su vida, según sus familiares y el del abogado de Los Ángeles Eyvin Hernández, de 44 años, y el programador informático de Texas, Jerrel Kenemore, de 52, ambos arrestados, en marzo de este año.
La liberación de estos ciudadanos ha sido uno de los motivos principales de las visitas de delegaciones de EE.UU. a Venezuela, lo cual no ha servido de nada, puesto que la administración de Nicolás Maduro se ha negado a liberarlos.
Estos ciudadanos han sido usados como especie de piezas de canje, en el juego político entre Biden y Maduro.
A principios de este mes, el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken se refirió específicamente Heath. “Matthew fue arrestado en septiembre de 2020 sobre la base de cargos falsos y el proceso judicial en su contra sigue su curso”, dijo el funcionario en un comunicado.
Agregó que su gobierno está “abocado personalmente a traer de vuelta a nuestro país a los ciudadanos estadounidenses que sean rehenes o hayan sido detenidos ilegalmente”.
“Seguimos interpelando al régimen de (Nicolás) Maduro para que libere en forma inmediata e incondicional a Matthew y a todos los demás ciudadanos estadounidenses detenidos indebidamente en Venezuela”, ratificó.
Posteriormente, la cancillería de Maduro reaccionó y refutó la denuncia, con el argumento de que esas detenciones son “legítimas”.
“El Gobierno de Venezuela rechaza el pronunciamiento del Departamento de Estado de los EEUU, en relación con ciudadanos estadounidenses legítimamente privados de libertad en el país, por su presunta responsabilidad en la comisión de delitos graves y que, en su mayoría, se encuentran convictos y confesos de los crímenes que se les imputan“, indicó el comunicado emitido por el Ministerio de Relaciones Exteriores.
La mayoría de estadounidenses han sido secuestrados en diez países, incluidos Irak, Nigeria, Yemen y Afganistán, aunque el número total de secuestros por parte de grupos no estatales se expande a 30 países.
La fundación fue creada en honor al periodista James Foley, asesinado por el Estado Islámico en 2014, tras más de un año secuestrado.
