La homilía fue oficiada a las puertas de la sede de medicina legal en la Morgue de Bello Monte
Familiares y amigos, así como compañeros de trabajo de Nazareth Marín, se agolparon a las puertas de la sede del Servicio Nacional de Medicina y Ciencias Forenses (Senamecf), para no solamente participar en una misa en su honor, sino también para pedir justicia.
En reiteradas oportunidades, los familiares han comentado a nuestro compañero de labores, Santiago Gutiérrez, que existe una especie de retraso y esperan que debido a que dos funcionarios activos del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) están involucrados en el hecho, no se produzca una especie de obstrucción en las experticias.
Recientemente, la madre de Nazareth Marín, Moraima Marín, denunció que la familia ha sido víctima de amenazas y retaliación por parte de sujetos desconocidos, quienes han acudido a su hogar en vehículos propios o en motocicleta, para amedrentarlos y pedir que dejen de solicitar respuesta ante el homicidio de la funcionaria.
El caso de Nazareth Marín ha sido público y notorio, una vez que se conociera que la mujer acudió a la playa con unos “nuevos amigos” y nunca volvió a su hogar.
El viaje al Litoral Central ocurre el pasado 19 de marzo y es el lunes 20 cuando el funcionario activo del CICPC de nombre Keisler Pérez, atiende el teléfono de la víctima y lleva a los familiares a poner la denuncia ante las autoridades competentes.
Posteriormente, el jueves 24 de marzo aparece el cuerpo de la funcionaria en aguas del puerto de La Guaira. Es sometido a diversas pruebas forenses que determinan que la joven fue asesinada antes de ser abandonado su cuerpo en el agua y la misma había sido violada.
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El Ministerio Público hace las respectivas averiguaciones y logra la detención de no solamente el funcionario del CICPC, sino también de otra mujer identificada como Andreína Ochoa y los dos hombres, Derwin Ruiz y Kenny Díaz.
Aunado a esto, se abre una averiguación y también queda tras las rejas el jefe de la división de homicidios del CICPC en La Guaira, Alexander Ventura, quien habría colaborado con Pérez para evitar que fuese inculpado.