Derinkuyu mide casi 500 kilómetros cuadros y podía albergar a unos 20.000 habitantes por varios meses
La ciudad subterránea más grande del mundo, Derinkuyu, se encuentra en Turquía, en la provincia de Nevşehir en Anatolia central.
Tiene una superficie de 447 kilómetros cuadrados y es la ciudad subterránea abandonada más turística de toda la región.
¿A qué profundidad está?
Capadocia es especialmente adecuada para este tipo de construcción subterránea debido a la falta de agua en el suelo y su roca maleable y fácilmente moldeable.
A más de 85 metros por debajo de las famosas chimeneas de hadas de Capadocia se encuentra esta enorme ciudad subterránea que estuvo en uso casi constante durante miles de años.
Así, bajo la superficie estuvo escondida durante siglos una ciudad subterránea que podía ocultar el paradero de hasta 20.000 habitantes durante varios meses seguidos. La ciudad consta de ocho niveles. No hay ninguna tan profunda como esta, reseña el portal Muy Interesante.
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¿Cómo la descubrieron?
Otra de sus curiosidades es cómo fue descubierta: por accidente, en 1963, cuando un residente estaba haciendo reformas en su casa.
Al derribar una de las paredes, como si de un portal a Narnia se tratara, encontró una habitación extraña y, al seguir excavando, encontró un intrincado sistema de túneles con salas de cuevas.
Había encontrado una ciudad subterránea que contaba con casas, iglesias, un enorme complejo de pasillos, cámaras y túneles… toda una ciudad bajo tierra. Y no es la única: esta región está plagada de más de 30 ciudades subterráneas, pero la más famosa, grande y a mayor profundidad, es Derinkuyu.
Aunque no se menciona en ningún informe el nombre de su descubridor, informó que había encontrado una gran ciudad subterránea de 76 metros de profundidad y lo suficientemente grande como para albergar a 20.000 personas. No solo había adultos, también niños y animales.
¿Quién la construyó?
Tallada en la roca volcánica blanda de la región, conocida como toba, la creación de la ciudad subterránea fue una hazaña apoteósica.
El complejo es un impresionante ejemplo de ingeniería antigua, repleto de conductos de ventilación para mantener el aire limpio, pozos, tanques de agua, saneamiento subterráneo, establos, capillas, tumbas, apartamentos, salas comunes, escuelas, incluso lagares de vino y aceite y una extensa red de pasajes y túneles. Se cree que existen más de 600 entradas a la ciudad, la mayoría de ellas ocultas.
Y las piedras rodantes que se empleaban como entradas se usaban para cerrar la ciudad desde dentro. Impenetrable.
Es probable que la ciudad tuviera su origen en los frigios, un pueblo indoeuropeo muy presente en territorio turco ya en el siglo VIII a. C. (O quizá los hititas alrededor del 2000 a.C).
De hecho, la primera evidencia de la existencia de Derinkuyu se remonta a los siglos VII y VIII, cuando el historiador Jenofonte, describió la vida subterránea de poblaciones enteras. Pero la ciudad fue ampliándose con el paso de los años e incluso los cristianos la emplearon para refugiarse de las persecuciones de los romanos Constantinopla (actual ciudad de Estambul) durante la época bizantina.
Lo cierto es que fuera quien fuese quien la edificara, tenía grandes habilidades para la arquitectura: la roca blanda hace que la excavación de túneles sea relativamente fácil, pero los derrumbes pueden ser habituales; sin embargo, ningún piso de Derinkuyu se ha derrumbado jamás gracias a sus grandes pilares de soporte.
La ciudad subterránea de Derinkuyu, que fue abandonada y olvidada en la década de 1920 por los griegos de Capadocia tras ser derrotados durante la guerra greco-turca y huyeron abruptamente en masa a Grecia, forma parte del conjunto Parque Nacional de Göreme, elegido por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad en 1985.
