El diseñador de interiores, Luis Oliveros cautiva a España con su arte y participa en importantes eventos en los que resalta el trabajo en equipo y la empatía
Desde hace unos años, no hay país en el mundo donde el talento de los venezolanos no impacte. En esta oportunidad brilla en España donde el arte en la mesa realizado por un venezolano llegó al reconocido evento, “Yeguada Flor de Lis”
Luis Oliveros, mejor conocido como el Caballero en la Mesa, llena de orgullo al país, innovando con su arte en la mesa.- De esta manera, entrega esencia de venezolano trabajador y profesional.
Incluso destaca con cada una de sus grandes obras; las cuales él llama insistentemente “trabajo orgánico y empático de mujeres y hombres con pasión”.
Hace unos meses Oliveros recibió, de parte de la empresa española Colorinche Spain, la invitación para elaborar un espacio, que combinó su arte y los productos de esta marca, en “La Yeguada Flor de Lis”, propiedad de Su Alteza Real Teresa de Borbón y Borbón de España, Madrid.
Luis Oliveros describe esta experiencia como una de sus mejores aventuras “He tenido la oportunidad no sólo de seleccionar personalmente los accesorios y muebles que deseaba para el espacio y la mesa. También pude escoger uno de los símbolos más nobles de una nación, su flor, así tener el placer de conocer y trabajar con flores cultivadas en España”.
Asimismo, destacó que pudo trabajar un arreglo propio para el exhibidor. “Esto es sin duda, uno de mis más emocionantes trabajos que recordaré por siempre y a Colorinche Spain; siempre gracias por haber creído, en esta oportunidad, en mi trabajo y mi visión”.
Lea también: Príncipe Carlos reemplaza por primera vez a Isabel II en el altamente simbólico «discurso del trono»
Lo que viene
El Caballero en la mesa, se mantendrá seleccionando espacios, eventos y colaboraciones que sumen y hablen siempre del trabajo en equipo.
Su principal intención es que lleven educación empática y accesible a su comunidad. España es uno de los destinos que tiene en su agenda; y promete seguir llevando a sus seguidores a aventurar, en el encanto de una mesa bien servida, con un aspecto de vida bonita y el encanto real al sentarte en ella.
