El analista Oswaldo Ramírez Colina considera que la oposición, afectada por sus divisiones, favorece a Maduro en su propósito de legitimar las elecciones parlamentarias y también es una oportunidad para que Henrique Capriles vaya recuperando poder
La situación de Nicolás Maduro es desesperada y por eso apuesta a las divisiones de la oposición. En consecuencia, en los últimos días se jugó una de las cartas más radicales: la liberación de 110 presos políticos. También intenta incorporar a las cuestionadas elecciones parlamentarias a sectores de la oposición que no están contentas con el desempeño de Juan Guaidó.
La afirmación la hizo, en entrevista con El Tiempo, el consultor venezolano en estrategia y campañas electorales Oswaldo Ramírez Colina. Él sostiene, además, que la entrada en escena del exgobernador de Miranda, Henrique Capriles, es una estrategia de éste para ganar poder.
“Hay claramente una jugada importante, desesperada, por parte del régimen de Nicolás Maduro. Le permite incorporar actores ante el desprestigio de las dos apuestas que desarrolló en el 2020: la Mesa de Diálogo Nacional y la directiva de Luis Parra que pretendió usurpar la presidencia de la Asamblea Nacional (AN)”, explicó el experto.
Afirmó que detrás de la incorporación de Capriles Radonski hay otros actores: Stalin González, Vicente Díaz. Ellos han buscado la forma de decir: “Bueno, participemos”.
Y al mismo tiempo, con esto, Maduro “busca nuevas caras que pudieran elevar la participación de los líderes históricos de la oposición venezolana”. Este sector agregó, “tiene facciones que decidieron estar en esta jugada de relegitimación”, para el proceso del 6 de diciembre.
Ramírez afirma que “el régimen trata de convencer a parte del electorado no alineado y a un sector muy pequeño de la oposición. Lo tenemos medido, es menos de 10% de la oposición, a que participen en ese proceso el 6 de diciembre”.
¿Henrique Capriles contribuye a las divisiones?
El experto explicó que “la ruta de Capriles es tratar de participar en las elecciones que convoque el régimen para conquistar muy lentamente el poder. Así ganes un diputado, 10 diputados; o alcaldes y gobernadores. Hasta que llegue un proceso de referendo revocatorio presidencial y, si falla eso, esperar hasta las elecciones presidenciales”.
A su juicio, Capriles “cree en la oportunidad de dar una especie de golpe en el tablero para hacerse él con la conducción de la oposición”. También para “hacerse con la posibilidad cierta de una especie de crecimiento de liderazgo”.
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¿Cómo queda la oposición?
Para Ramírez, la oposición está “en una situación bastante compleja, cerrando filas alrededor de la idea del cambio”. Enfatiza en que “las parlamentarias no son una elección libre, justa ni transparente”.
Cita la posición de Estados Unidos, la Unión Europea (UE) que afirman que los comicios son un proceso “libre, justo, transparente y verificable”.
Agrega que “el tema de lo verificable es parte también de la apuesta de Capriles”. En este sentido, explicó que el ex gobernador apostaría a la participación de observadores que implicaría una postergación de las elecciones.
Sin embargo, el especialista aclara que Maduro difícilmente podría aceptar una postergación.
