La cantante quiere dejar atrás su turbulento pasado y empezar una nueva vida
En una romántica petición de mano a la orilla de la playa, Max Ehrinch le entregó la roca a Demi Lovato. La pareja tiene poco más de un año de noviazgo.
“Sabía que te amaba en el momento en que te conocí. Es algo que no puedo describir a nadie que no lo haya experimentado de primera mano, pero afortunadamente tú sientes lo mismo”, escribió Lovato al inicio de la publicación.
En tres fotografías, la cantautora muestra el gran anillo que le regaló su prometido. “Nunca me he sentido tan incondicionalmente amada por alguien en mi vida (aparte de mis padres). Nunca me presionas para que sea otra cosa que yo misma. Y me haces querer ser la mejor versión de mí misma”, dice más adelante.
Ehrich, por su parte, utilizó las mismas fotografías, aunque en tonos diferentes, para referise a Lovato como “cada canción de amor, cada película, cada letra, cada poema, todo lo que podría soñar en una pareja en la vida“.
La joven cantautora quiere rehacer su vida, luego de unos años turbulentos que estuvieron dominados por trastornos alimenticios y el abuso de drogas y alcohol al punto de que hace dos años estuvo internada grave, al borde de la muerte, luego de una sobredosis en una fiesta que hizo en su casa.
Para ese momento, Lovato estaba saliendo de la ruptura de una de las tantas reconciliaciones con el actor venezolano Willmer Valderrama, y además había pasado un tiempo en una clínica de desentoxicación.