El embajador de Colombia en Caracas, Armando Benedetti dijo que trabajan para que “Monómeros se entregue a quien pertenece”
El “Acuerdo de la Frontera” que se realizó este jueves en Cúcuta, sirvió para ver qué posibilidades hay de reanudar “pronto”, las relaciones entre Venezuela y Colombia. Los temas tratados fueron muchos, pero, resaltaron el de Monómeros y la eliminación del comercio informal y el contrabando, a través de las trochas.
Se trata de dos asuntos delicados para ambos países, puesto que engloban la materia política y económica, afectados por la falta de relaciones binacionales, desde el 2019.
Estas son algunas de las claves de este encuentro.
Monómeros “a quien pertenece”
El recién designado embajador colombiano en Caracas, Armando Benedetti, en su contacto con los periodistas, anunció el Gobierno de Gustavo Petro avanza en “hacer devolver a Monómeros a quien realmente le pertenece”.
según medios colombianos, “detrás de eso hay una operación delicada de relaciones exteriores que puede tener grandes impactos en la política económica de Gustavo Petro”.
La empresa originalmente se llamó Monómeros Colombo Venezolanos. Se trata de una compañía creada en 1967 entre los dos Estados para producir derivados del petróleo, y especialmente fertilizantes para el agro.
Luego, en el 2006 el Gobierno de Álvaro Uribe, como parte de su política de reducir la presencia del Estado en la economía, vendió las participaciones colombianas a Venezuela. Así cuando todavía eran buenas sus relaciones con Hugo Chávez, quedó una empresa estatal venezolana en Colombia.
Según reseña de El País, Benedetti dijo que ha hablado con la embajada de Estados Unidos para evitar que incluyan a Monómeros en la llamada Lista Clinton.
Luego reveló que el Gobierno Maduro está dispuesto a vender los fertilizantes a un descuento de 20% o 25%, lo que sería un alivio para la inflación y una ayuda para la política agroindustrial de Colombia.
Y también dijo que le explicó a los funcionarios norteamericanos que la empresa “está en Colombia, la afectada sería Colombia, la seguridad alimentaria, el desabastecimiento de la úrea, los fertilizantes y la economía de nosotros la reventaban si pensaban en algún momento meter en la lista Clinton a los de Monómeros”.
Apertura con condiciones
“La frontera se abrirá pronto, pero en su momento cuando tengamos esa coordinación”, manifestó por su parte el ministro de Comercio, Germán Umaña.
Los asistentes al evento coincidieron en que esta reapertura “dependerá de las condiciones legales y del restablecimiento general de los lazos bilaterales”.
“Nuestros empresarios buscan que esto no sea objeto de sanciones”, agregó Umaña.
Sin trochas ni ilegalidad
Sin embargo, el ministro admitió que “la reapertura no significará un gran repunte del comercio en el corto plazo, pero será clave para restablecer el control institucional en una zona afectada por las economías ilegales y el contrabando”, dijo Umaña.
“Lo que va a pasar cuando abramos los puentes es que vamos a reemplazar la ilegalidad, el lavado de dinero, el contrabando”, dijo.
El comercio entre ambos países este año podría sumar más de $600 millones, agregó, luego de llegar a $316 millones en el primer semestre, casi lo mismo que alcanzó durante todo 2021.
Los puentes y las industrias
El ministro de Transporte de Colombia dijo que “los puentes fronterizos estaban siendo evaluados antes de la reapertura”.
“Más allá de la reapertura de la frontera, esperamos reactivar nuestras zonas industriales”, dijo por su parte, Freddy Sandoval, jefe del gremio de fabricantes de automóviles en el estado Táchira.
Agregó que el país tenía la infraestructura de fabricación de automóviles más extensa del continente hace dos décadas. “Tenemos que recuperar eso”, expresó.
Formalizar el intercambio y el componente humano
Por su parte, el presidente de Fedecámaras, Carlos Fernández, destacó que la importancia de la formalización del intercambio en la frontera, para acabar con el contrabando y las trochas. Pero, sobre todo resaltó “a las personas que viven cerca de la frontera y los colombianos que viven en Venezuela”.
“Todos hemos salido en conteste de que esta reapertura traerá cosas buenas, que se vea la potencialidad en la medida que se profundice más allá de una apertura comercial hacia una integración profunda y tener un mercado más grande”, manifestó.
De su lado, el presidente de Conindustria, Luigi Pisella, dijo que la integración es un juego de “ganar-ganar” para ambos países, “porque se va a formalizar el intercambio que nunca cesó, pero no era formal, será el primer logró apenas se abra la frontera, de lo que aún no hay fecha (…) Hay problemas logísticos que se están solucionando”, aseguró
