El proyecto totalitarista del sandinismo avanza eliminando de raíz cualquier foco de resistencia contra el dictador nicaragüense Daniel Ortega
Usando una controvertida ley contra el lavado de dinero y financiamiento al terrorismo, el dictador nicaragüense Daniel Ortega se asegura de eliminar más espacios para sus detractores.
Ahora, la Asamblea Nacional del país, controlada por Daniel Ortega, clausuró cinco universidades.
El decreto de cancelación de las organizaciones fue aprobado con el voto favorable de los 75 miembros de la bancada sandinista. Los otros 16 diputados de partidos considerados cercanos al gobierno se abstuvieron.
Los centros de estudio han sido núcleos para que la juventud se oponga al mandato dictatorial de Ortega.
En 2018, fueron unos de los principales bastiones de los jóvenes opuestos al sandinismo.
Además de las universidades, también le retiraron la personalidad jurídica a otras 9 organizaciones civiles sin fines de lucro.
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Las universidades cerradas
Las universidades clausuradas son: la Politécnica de Nicaragua (Upoli), perteneciente a la Convención Bautista; y la Católica Agropecuaria del Trópico Seco (Ucatse), perteneciente a la Diócesis de Estelí.
Un informe del Ministerio de Gobernación concluyó que todas las organizaciones sancionadas incumplieron y obstaculizaron el control y vigilancia del Departamento de Registro y Control de Asociaciones civiles sin Fines de Lucro.
Este es el mismo recurso que usó para encarcelar a sus opositores el año pasado.
Aseguran que hay falta de transparencia en la administración de los fondos.
Afirman que no reportaron los cambios en sus juntas directivas ni presentaron en detalle sus informes financieros.
Organizaciones estudiantiles emitieron comunicados condenando el avance sandinista sobre la educación superior.
«La educación ha sufrido las embestidas de este régimen que pretende hegemonizar la educación superior, controlar la libertad de cátedra y de pensamiento de los jóvenes en estas universidades», denuncia el comunicado.
Por su parte, el Consejo Nacional de Universidades (CNU), órgano rector de la educación superior en Nicaragua, justificó la acción ordenada por Ortega. Dijo que “se debía a la continua transgresión a las normas establecidas».
Las otras casas de estudios superiores cuyas personerías quedaron canceladas son la Asociación de Estudios Humanitarios, propietaria de la Universidad Nacional de Estudios Humanísticos, la Asociación Popular Nicaragüense y la Universidad Paulo Freire.
Asfixia a los estudiantes
Hace dos semanas el régimen sandinista también recortó el presupuesto de subsidios a las universidades.
Por ejemplo, la Universidad Centroamericana, administrada por la orden de los jesuitas, sólo recibirá este año 28.000 dólares.
El monto obliga a reducir las becas a los estudiantes de bajo recursos que dependen de esa ayuda económica.
De ahí no solo pagan los gastos de su educación sino que también cubren costos de vivienda y alimentación.
El recorte “afecta las posibilidades de la Universidad de continuar otorgando becas totales y parciales a estudiantes por su condición socioeconómica”, dijeron voceros de esa universidad.
Con información de CNN y El País.
