Venezuela no se arreglo y no es frase hecha. La prueba está en que comer proteínas es tan caro que hay a quienes solo les alcanza para comprar recortes, vísceras y hasta lo que antes se consideraba un desperdicio, como cueros de pollo.
“La situación está tan mal que hemos tenido que comer cueros de pollo, patas y lo antes se botaba ahora hay que comérselo”, dijo uno de los entrevistados en un especial realizado por nuestra reportera Amy Torres.
Te invitamos a ver esta y otra noticias en nuestro canal de YouTube.