La guerra en Ucrania sigue afectando el mercado energético mundial. Las grandes potencias comienzan a tomar medidas para no depender del petróleo de Rusia
El presidente Joe Biden anunció este martes un embargo sobre la importación estadounidense de petróleo y gas rusos, para aumentar las sanciones impuestas a Rusia y “asestar otro duro golpe” al presidente Vladimir Putin.
Esta decisión se tomó “en estrecha coordinación” con los aliados de Estados Unidos, dijo, en un momento en que los países europeos, mucho más dependientes de los hidrocarburos rusos, se resisten a adoptar igual medida, reseñó AFP.
Europa no puede hacer lo mismo
El anuncio no será acompañado por Europa, por su dependencia energética de Rusia.
Portales digitales de Europa, dan cuenta que de momento, Bruselas se limita solamente a una estrategia para despegarse de ese yugo del Kremlin, pero se trata de un plan que a corto plazo no resulta operativo.
En el caso estadounidense, solo recibe de Rusia un 3% del crudo que consume; aunque la Casa Blanca reconoce que afectará al precio de los combustibles.
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Reino Unido endurece medidas
Además, el Reino Unido se ha sumado también a este paso, pero lo hará a finales de año.
“Hemos tomado esta decisión en coordinación con nuestros aliados, aunque los países europeos no están en posición de seguirnos”, aclaró el presidente de Estados Unidos.
Biden está consciente de que es un paso que Washington “puede dar, pero otros países no” dada su dependencia energética de Rusia.
Al mismo tiempo, Biden reconoció que estás medidas “también tendrán un coste para nosotros” pero se trata “de una defensa de las libertades y de la democracia”.
En este sentido, defendió toda asistencia a Ucrania, tanto a nivel humanitario como en el plano militar, reseñó 20 minutos.
