Denunciaron los parlamentarios que en la Dgcim hay al menos 27 presos enfermos, en Ramo Verde 98 y en El Helicoide unos 30
Ante la llegada de la COVID-19 a los calabozos de la Dgcim, Sebin y las Faes, la Asamblea Nacional exigió la liberación de los presos políticos. Freddy Valera, presidente de la Comisión de Política Interior, solicitó se les otorgue una medida humanitaria para que puedan preservar su vida debido a la COVID-19.
Pero la AN fue más allá. Pidió la intermediación de la comunidad internacional para que el régimen acceda a esa liberación.
Por ello, la presidenta del Observatorio de Derechos Humanos de la AN, Adriana Pichardo, propuso organizar una visita a los calabozos, con miembros de la oficina de la alta comisionada de los DD.HH de la ONU, Michelle Bachelet en Caracas, la Cruz Roja y otros todos los organismos internacionales en materia de derechos humano.
“Es el momento que los responsables den un paso adelante. Evitemos una tragedia donde después salgan a lamentarse y a justificar lo injustificable”, recalcó Pichardo.
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Indicó que desde abril la AN ha venido advirtiendo el riesgo que corren los presos políticos y comunes. Denunció el hacinamiento y las condiciones infrahumanas en que se encuentran las cárceles. “Son un caldo de cultivo para la COVID-19”, dijo.
Diputados presos también en peligro
Informó que el Observatorio ha recibido denuncias por parte de los familiares de los presos políticos. “En la Dgcim hay al menos 27, en Ramo Verde 98 y en El Helicoide se encuentran un aproximado de 30. Varios de ellos han venido presentado síntomas de COVID-19. Tienen síndrome diarreico, fiebre, perdida de gusto, del olfato e incapacidad respiratoria”, denunció
“En estas mismas condiciones se encuentran los diputados; Juan Requesen que tiene 2 años preso. Gilber Caro lleva 7 meses secuestrado. Renzo Prieto tienen 5 meses. Al igual que Tony Geara, Roberto Marrero que cumplió un año y cuatro meses secuestrado. También el parlamentario Ismael León, quien es un paciente con cardiopatías y problemas de tensión. A él le obligan a tener a los funcionarios del Sebin dentro de su casa, exponiéndolo al contagio de la COVID-19”, relató.
Ratificó que desde hace más de 3 meses los presos políticos se encuentran totalmente aislados. No tienen visitas familiares ni de su defensa. “Las medidas son injustas, porque no es suficiente para evitar el contagio por la entrada y salida de los funcionarios que los custodia perennemente se convierte en peligro para su salud”, advirtió.
