En la cuarentena se han cometido 151 crímenes entre secuestros, extorsiones y asesinatos en la zona fronteriza entre Colombia y Venezuela
Las medidas ante el coronavirus “no han impedido a los grupos armados irregulares, que mantienen una pugna por el control de los territorios fronterizos en Venezuela, seguir actuando y causando zozobra en los habitantes de las comunidades ubicadas a lo largo de la frontera con Colombia”.
La denuncia la hizo Javier Tarazona, director de Fundaredes, quien dijo que “el mayor impacto” lo están recibiendo los estados Apure, Táchira, Zulia y Bolívar.
Por su parte, la periodista especializada en temas militares, Sebastiana Barráez, citó este informe a propósito del asesinato, el pasado fin de semana, de Yelizmar Shymara Giménez Parra, en una finca ubicada en El Salado, sector Alto Grande, a pocos kilómetros de Rubio, capital del municipio Junín del Táchira y de un puesto de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana.
“Los habitantes de la frontera saben que la guerrilla y los paramilitares avanzan, territorio adentro, cuando cometieron asesinato, en plena celebración del día del padre. La excusa es que la joven era lugarteniente del jefe de la guerrilla en la zona”. El crimen fue cometido por paramilitares, quienes vestían de negro y tendrían brazaletes con el nombre de “Los Rastrojos”, relató Barráez.
En el informe, Tarazona destaca que “durante la cuarentena se han registrado 151 hechos, entre enfrentamientos armados, desapariciones de personas, asesinatos, con desmembramiento de cuerpos, heridos y otros delitos como el tráfico de personas, extorsión y contrabando”, agregó.
Alertó que “a finales de abril el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y grupos paramilitares retomaron la confrontación por el dominio del territorio en el Zulia”.
“FundaRedes documentó, mediante testimonios, que esa agrupación mantiene un batallón con más de 100 hombres fuertemente armados en las adyacencias de la hacienda El Catatumbo, controla el kilómetro 23 vía a Encontrados, El Guayabo, Casigua El Cubo, así como también los sectores Madre Vieja, La Motilona y Caño 14, donde incluso tomaron la escuela. Muchos productores abandonaron las tierras ante las incursiones violentas de esta célula guerrillera”, indicó la ONG.