Los miles de migrantes irregulares se debaten entre luchar por un salvoconducto para poder transitar o someterse a pago de extorsiones para no ser deportados
Diariamente, alrededor de 2 mil personas inician la travesía como migrantes en búsqueda de una mejor vida lejos de su país, librando cualquier tipo de obstáculos para preservar la vida, entre ellos insistir a los gobiernos de los países que recorren para no ser deportados o convertirse en víctimas del crimen organizado.
Países como Guatemala, Honduras y México se han vuelto los más complicados para poder recorrer su territorio como parte del camino para llegar Estados Unidos, por ello los migrantes tienen la necesidad de solicitar un salvoconducto que les permite transitar por el país, evitando ser detenidos por las autoridades.
Muchos no lo consiguen, algunos otros quedan varados sin garantías de protección ni ayuda por parte del estado y a la merced de la criminalidad.
Los migrantes que no consiguen legalmente este permiso, con vigencia de menos de una semana, son detenidos constantemente por las autoridades migratorias y sometidos a pagar de $ 30 en adelante para dejarlos continuar, lo paradójico es que dichos actos están a cargo de los mismos policías.
Según la Organización Internacional para las Migraciones, a los policías se le suma la presencia de otros actores armados, grupos guerrilleros o mafias, la cual tienen mayor auge en la frontera entre México y Estados Unidos, sin contar como personas comunes, transportistas o lugareños, aprovechándose su vulnerabilidad, les exigen dinero para no denunciarlos.
En estadísticas, los venezolanos son la población con mayor número de migrantes esparcidos por el mundo y que aun con restricciones siguen intentando entrar a Estados Unidos, casi medio millón ya han cruzado el Darién este 2023.
Algunos con la mala suerte de ser secuestrados convirtiéndose en carnada para pedir dinero a sus familiares, tal como sucedió durante el mes de octubre, cuando una migrante venezolana de 32 años aseguró haber estado retenida 21 días, presuntamente por el Clan del Golfo en la frontera con México.
