En un evento realizado en la ciudad de Los Ángeles, en el marco de la Cumbre de las Américas, los presidentes de Colombia y Ecuador resaltaron lo que han hecho sus gobiernos para acoger a la migración venezolana
Los presidentes de Colombia, Iván Duque y de Ecuador, Guillermo Lasso, coincidieron este martes en una petición a la comunidad internacional, frente a la “masiva migración venezolana” y es “coordinar una política” de inclusión y atención social.
Duque y Lasso hicieron la solicitud, a la que se sumó el secretario general de la OEA, Luis Almagro, al participar en un evento del Wilson Center, en Los Ángeles, Estados Unidos.
Este es un foro no partidista fundado por el Congreso de EE.UU. para hallar “un camino a la autosuficiencia” en cuanto a la integración de los migrantes y refugiados venezolanos.
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Una perspectiva distinta
Iván Duque, en transmisión en línea desde Colombia, llamó a sus homólogos de las Américas a dar protección e insertar en sus sociedades y economías a los migrantes venezolanos.
“Tenemos que mirar la migración desde una perspectiva distinta. Si en vez de permitir que los sentimientos negativos creen un prejuicio hacia la migración y les damos una oportunidad, esto se convierte en un gana-gana; de esta manera vamos a tener un mundo mejor”, expresó.
Dijo que los casi 7 millones de venezolanos han salido del país porque huyen de una “brutal dictadura”.
También precisó que su gobierno completará en las próximas semanas la inclusión de 1,8 millones de venezolanos al Permiso de Protección Temporal (PPT).
Admitió que estas políticas “no son populares”, pero sí necesarias y exhortó a todo el hemisferio a adoptar “una política fraternal” con el migrante.
“Necesitamos hacer coincidir las promesas con las respuestas”, expresó, poco después de criticar que la crisis migratoria venezolana haya recibido poco menos de 3.000 dólares per cápita cuando otros fenómenos similares reciben el doble.
Recomendó a la comunidad internacional coordinar “una política general” que aborde la magnitud de la migración venezolana en la región sin perder el foco en lo que llamó “microproyectos” de muchas organizaciones y agencias de ayuda.
Duque aconsejó asimismo a los gobiernos americanos que no esperen “a que venga el dinero” para dar respuestas humanitarias e insertar social y económicamente a los migrantes venezolanos en sus sociedades. “Tenemos que hacerlo con nuestros propios recursos tan bien como podamos”, añadió.
“Hemos demostrado que con una política fraterna, hacemos visibles a los migrantes porque pueden comprar casa, hacer parte del sistema de seguridad social y abrir cuenta bancaria. Esto es posible gracias al trabajo en equipo y es el mejor camino para decirle no a la xenofobia”, remarcó.
Lasso: atención oportuna
Por su parte, el presidente ecuatoriano aseguró que su nación brinda atención a migrantes y refugiados “de manera oportuna e integral”.
Y coincidió con Duque en invitar a la comunidad internacional a trabajar “en conjunto” por el bienestar de los migrantes venezolanos.
“Ecuador atiende a migrantes y refugiados de manera oportuna e integral. Emprendemos la crisis migratoria con acciones concretas. Una de las soluciones al problema migratorio es la creación de oportunidades. Debemos enfocar nuestros esfuerzos en generar las condiciones que permitan a los ciudadanos desarrollarse en libertad y sin problemas”, enfatizó.
En el acto también estuvo Silvia Espíndola, viceministra de movilidad humana de Ecuador, quien recordó que la semana pasada se anunció el proceso de regularización del medio millón de venezolanos que han llegado a su país. Esto incluye su integración social y económica.
“80 millones de dólares del presupuesto nacional se dedicarán este año a programas sociales para los venezolanos en Ecuador, que representan ya 2% de la población total del país”, especificó.
“Los migrantes regularizados contribuyen al crecimiento del país”, aseguró y añadió que “esa población movilizada desde Venezuela podría tener un impacto positivo sobre 1,5% del producto interno bruto de Ecuador”, destacó.
Fenómeno subfinanciado
De su parte, el secretario general de la OEA, Luis Almagro advirtió que las 6,2 millones de personas han abandonado Venezuela, “no por guerra, ni por desastres naturales”, sino por un “Estado criminal que ha desmantelado las instituciones”.
Lamentó que se trate de la crisis de migrantes más grande en la historia de Latinoamérica y la tercera de todo el mundo.
Pero, también denunció que se trata del fenómeno migratorio “más subfinanciado” del mundo, con recursos equivalentes a solo 10 % de los fondos totales donados para ayudar a los migrantes de Siria.
Por ello, aplaudió los programas de inserción de venezolanos en países como Colombia y Ecuador.
Eduardo Stein, representante especial de ACNUR y OIM, para los migrantes venezolanos, consideró que los esfuerzos de gobiernos anfitriones son “el mayor ejemplo” de cómo transformar una crisis de tal magnitud en una “visión estratégica y precisa” de cómo responder a ella.
Aplaudió además las “vías de cooperación” que hallaron los gobiernos regionales para atender a la población desplazada de Venezuela en el contexto de pandemia por el COVID-19. “Es uno de los mejores ejemplos”, apuntó.
