El gobernador de Florida quiere “evitar el acceso de los inmigrantes a la atención médica y la educación”, entre otras medidas
Ron DeSantis, gobernador republicano de Florida, sigue en su avance con un paquete de iniciativas contra los inmigrantes indocumentados. Estas “medidas enérgicas” podrían incluir deportaciones masivas y hasta un sistema administrativo que deberán usar los empleadores.
En rueda de prensa desde Jacksonville, reseñada por la agencia Efe, el mandatario criticó las políticas migratorias del presidente Joe Biden, a quien responsabilizó de la “afluencia de drogas y otros problemas” en la frontera sur del país.
Flanqueado por un cartel donde se leía: “Crisis fronteriza de Biden”, DeSantis anunció sus “medidas enérgicas” contra los migrantes indocumentados en su estado.
La que más llama la atención es la propuesta legislativa del gobernador para “evitar el acceso de los inmigrantes a la atención médica, la educación y criminalizar a cualquier floridano que transporte o brinde refugio a una amplia categoría de inmigrantes”.
Así lo denunció la Coalición de Inmigrantes de Florida (FLIC), compuesta por una decena de organizaciones proinmigrantes reaccionaron de inmediato ante el anuncio de DeSantis y dijeron que sus medidas son “draconianas” y están encaminadas a “oprimir a los migrantes que buscan seguridad en Florida”.
Para la coalición en favor de los inmigrantes, DeSantis “está liderando el camino para hacer retroceder el reloj en materia de derechos humanos” y que los residentes vivan con el “temor de un gobierno que se extralimita en todos los rincones de sus vidas”.
El paquete de propuestas presentado por el gobernador bajo el nombre de “La lucha de Florida contra la crisis fronteriza de Biden” incluye “mejorar” las sanciones por tráfico de personas y contempla como “delito grave de tercer grado” transportar, ocultar o albergar a extranjeros ilegales, sancionado con hasta cinco años de prisión.
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