Con el pito de las gandolas, fuegos artificiales, rosas y claveles blancos y el saludo de las autoridades de ambos países, se realizó la reapertura “simbólica” de la frontera entre Colombia y Venezuela. ¿Un show o un reto? Sólo el tiempo se encargará de ver que tan dispuestas están ambos gobiernos de resolver algunos de los problemas más controversiales de esa franja: violencia, presencia de guerrilla y contrabando
Dos bandas marciales, una del lado de colombiano tocó las notas del himno de Venezuela, y del lado venezolano tocó la del hermano país, así inicia la reapertura de la frontera y con ella una nueva era en las relaciones binacionales tras casi 7 años de cierres totales y parciales y hostilidades entre ambos gobiernos.
Las gandolas con las banderas de Venezuela y Colombia, sonando los pitos en señal de celebración, fuegos artificiales y globos tricolores, pasaron el puente internacional Simón Bolívar como protocolo “simbólico” de la reapertura de la frontera.
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, y sus autoridades se acercaron a la línea limítrofe y saludaron a las autoridades venezolanas. Todos ataviados de blanco en señal de paz. El gran ausente, Nicolás Maduro.
De las autoridades venezolanas están presentes el canciller de Venezuela en Colombia, Carlos Farías; el ministro para el Transporte, Ramón Velásquez; el de Industria, Hipólito Abreu y el gobernador del Táchira, Freddy Bernal, con rosas y claveles también blancos.
Minutos más tardes del saludo entre el presidente Gustavo Petro, el canciller Carlos Farías y el gobernador Freddy Bernal, se lanzaron globos tricolores desde las gandolas que pasaron de lado y lado como señal de la tan esperada reapertura de la frontera.
De los camiones que salieron de Colombia se trasladan medicamentos para Venezuela, mientras que los venezolanos envían acero a Colombia.
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Los más beneficiado, el pueblo y los comerciantes que hacen vida en la línea limítrofe que ya no tendrá que pasar por los peligros y la violencia de las trochas ilegales comandadas por los grupos irregulares.
¿Qué pasará con la presencia de estos grupos en la frontera? El tiempo será el encargado de ver cuáles serán las acciones de ambos gobiernos para combatir a las disidencias de las Farc, el ELN y otros grupos que hacen vida en esas zonas, con anuencia de la administración de Nicolás Maduro, denuncias autoridades de Colombia.
Según analistas, la normalización de relaciones y la reapertura impulsarían el intercambio comercial, que rozó los US$ 7.200 millones en 2008 y que se vino a pique con el cierre parcial de la frontera en 2015 y total en 2019.
Desde Colombia están acreditados 350 personas entre periodistas, técnicos y camarógrafos, mientras que en Venezuela fueron autorizados 75 profesionales de la prensa.
7 años de cierres parciales y totales
Desde agosto del año 2015 la frontera de Norte de Santander permanece cerrada para el paso de vehículos por decisión de la administración de Nicolás Maduro, quien para ese momento expulsó a 20 mil colombianos de su territorio, la mayoría del estado Táchira.
Posteriormente, el 23 de febrero de 2019, Maduro rompió relaciones diplomáticas con el Gobierno de Iván Duque, y desde entonces, las pérdidas económicas y de empleos han sido muy grandes en las zonas fronterizas de La Guajira, Arauca y Norte de Santander.
El pasado mes de agosto, durante la toma de posesión del nuevo Gobierno del presidente colombiano, Gustavo Petro, prometió restablecer relaciones diplomáticas con el vecino país.
Desde el 7 de agosto hasta este 25 de septiembre se completan todos los pasos -obstáculos van y vienen- para la tan esperada reapertura que será este lunes a las 10:00 am.
