Gustavo Petro no comenzó su discurso tras ser juramentado como presidente de Colombia hasta que no llegó la espada de Bolívar
La primera orden que efectuó Gustavo Petro una vez fue investido como nuevo presidente de Colombia, fue que llevaran a la plaza de Bogotá la espada de Bolívar.
Una vez que la espada llegó al recinto, Petro comenzó su discurso como el nuevo mandatario colombiano, el cual estará a cargo del país en los próximos cuatro años.
En presencia de varios mandatarios y representantes de otros países, Petro se comprometió a atender las necesidades de todos los colombianos y a acabar con tres décadas de conflicto armado.
“La paz debe ser posible. Tenemos que terminar con tres décadas de problemas y conflicto armado”, alegó.
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Asimismo, el mandatario destacó la intención por trabajar por resaltar un “gobierno de la vida”. También destacó que trabajan por restablecer el diálogo social.
“Hemos planteado reformas tributarias, de salud, las pensiones, reforma de educación. Por ello hemos priorizado el presupuesto de estructura porque se debe reconocer la desigualdad que existe en el país”, sostuvo.
Por ello, insistió en la labor que tiene el Estado para proteger la transparencia de gasto y dijo que los impuestos no serán confiscatorios.
Asimismo, destacó que su propuesta de gobierno se basó en las opiniones y necesidades de cada una de las personas a la que escuchó durante su campaña.
Por lo tanto, resaltó que desde su gobierno comenzarán a trabajar a partir de este 7 de agosto.
“Política fallida contra el narcotráfico”
“La guerra contra las drogas fortaleció las mafias y debilitó los Estados”, apuntó, añadiendo que en ese tiempo un “millón de latinoamericanos” han sido asesinados y 70.000 norteamericanos mueren “por sobredosis cada año”
“¿Vamos a esperar que otro millón de latinoamericanos caigan asesinados y que se eleven a 200.000 los muertos por sobredosis en Estados Unidos cada año?”, añadió en su primer discurso como jefe de Estado.
En ese sentido, propuso cambiar el “fracaso por un éxito” y terminar la guerra antinarcóticos “por una política de prevención fuerte del consumo en las sociedades desarrolladas”.
