Los restos del doctor José Gregorio Hernández serán exhumados porque forma parte del proceso de beatificación, explicó el Cardenal Baltazar Porras
La exhumación de los restos del doctor José Gregorio Hernández, prevista para el 26 de octubre, tiene sus razones. El Cardenal Baltazar Porras explicó que se trata de un acto que realiza la Iglesia Católica en el proceso hacia la santidad.
Se va a “verificar que los restos que se han venerado son auténticos y que no se trata de una farsa”, dijo Porras, en entrevista con Unión Radio. Un acto parecido ocurrió hace unos días, con la exhumación de los restos del beato Carlo Acutis.
El proceso se extenderá un poco más de una hora. La apertura de la tumba debe ir acompañada por una oración. “Tenemos la certeza de que está en el cielo. Hay que abrirla durante un acto que tiene dos partes íntimamente ligadas: por un lado lo que implica abrir la tumba y por el otro la oración que no es de difunto. Más bien es de gloria”, relató.
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Protocolo estricto
Llevarán los restos del doctor José Gregorio Hernández al altar central de la iglesia de la Candelaria. La ceremonia contará con la presencia del Tribunal Eclesiástico como lo establecen las normas de El Vaticano.
Además, un grupo de médicos forenses evaluará los restos. Se usará un estricto protocolo, debido a las condiciones en que se pueda encontrar el cuerpo.
Porras adelantó que en la exhumación no puede haber tantas personas. Dijo que transmitirán el acto por los medios de comunicación.
“Tenemos como unirnos a través de los medios en todo el país. Le estamos pidiendo a todos los obispos y sacerdotes que lo sigan no como quién está viendo una película. Queremos que sea como una celebración”, expresó el Cardenal.
Lo que viene
Después de culminar el acto público, el sarcófago será llevado a una habitación previamente preparada. Allí el equipo médico cumple con todos los protocolos que “seguramente tardarán entre dos y tres días”.
El procedimiento busca obtener las reliquias que se trasladarán a Roma. En este proceso estarán presentes las autoridades eclesiásticas para dejar constancia de todo lo que contiene el ataúd.
“Las reliquias auténticas se distribuirán en cada una de las 40 diócesis del país”, agregó.
Una vez que sean enviadas las reliquias a El Vaticano, continuarán con el proceso de beatificación. Se estima que podría efectuarse en abril del próximo año. “Después de la Semana Santa en tiempos de Pascua”, dijo Porras.
