Este prófugo internacional, escondido en el Medio Oriente, fue el cerebro de la masacre de judíos en Buenos Aires
Hace más de 28 años de aquella potente bomba que mató a 22 personas de la Asociación Mutual Israelita Argentina (Amia) en Buenos Aires, fatídico hecho que devino en el primer atentado terrorista con fines religiosos en América Latina.
Se sabe, con certeza, que el cerebro de este terrible hecho es un colombiano, y que, según la inteligencia de unos 4 países, huyó hacia una nación del Medio Oriente para evadir la orden de captura internacional.
Este terrible terrorista se llama Samuel Salman El Reda, tiene 57 años y el rastro más fresco de la inteligencia antiterrorista lo ubica en Líbano, un país árabe prácticamente aislado de Occidente y con el que el estado de Israel mantiene un fuerte conflicto militar y religioso desde hace más de cuatro décadas.
En el Líbano abundan los militantes de Hezbolá, un sangriento grupo transnacional, en el que este colombiano se entrenó para matar judíos en suelo argentino y por el que Estados Unidos ofrece una recompensa de hasta 7 millones dólares.
Huellas
Los rastros de este terrorista colombiano lo ubican en la década de los 80 en Maicao (La Guajira, Colombia), donde ofició como comerciante. Allí conoció a una mujer argentina con quien luego se casó y decidió irse a vivir con ella a Buenas Aires.
En Argentina logró potenciar sus lazos con la organización terrorista e, incluso, expandir su red de contactos a una conflictiva zona en Suramérica, donde el narcotráfico y el sicariato tienen una especie de meca.
Es la región llamada Triple Frontera –en la que colindan Argentina, Brasil y Paraguay–, donde se instaló en una ciudad brasileña conocida como Foz de Iguazú.
Según un informe de la inteligencia argentina, elaborado el año pasado y en poder del diario El Colombiano, Samuel Salman El Reda mimetizó su red terrorista entre el comercio local y la piratería.
Y dice El Colombiano, que hay registros oficiales de que en 2002 estuvo preso tras una redada brasileña contra el contrabando, pero tras pagar una fianza logró huir.
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Impunidad
Actualmente existe una gran preocupación internacional porque la petición de captura internacional contra Salman El Reda –plasmada en una circular roja de Interpol– expira el 27 de agosto de 2024, ya que la norma de las 190 policías agrupadas en esa organización multilateral indica que estas órdenes tienen cinco años de vigencia prorrogables, que ya están por cumplirse.
Si no lo capturan antes, ese crimen que conmocionó a los argentinos y toda latinoamérica quedaría impune, y este terrorista colombiano podría seguir cometiendo atrocidades.
