Figuras humanoides y de animales fueron ubicadas en el desierto peruano, sin que se tengan algo certero sobre su creación
Científicos de la universidad de Yagamata, en Japón, descubrieron alrededor de 168 nuevos geoglifos en el desierto de Nazca, en Perú.
Los expertos nipones hicieron el anunció en días pasados, cuando dieron un informe detallado sobre su descubrimiento, el cual afianza más incógnitas sobre la creación de estas figuras en el suelo, que a simple vista pueden pasar desapercibidas, pero desde una vista aérea muestran al mundo entero una gran incógnita; ¿Cómo las civilizaciones humanas pre-colombianas pudieron realizarlos?
“En total hemos encontrado 168 figuras: Unas 50 humanas, así como aves, felinos, serpientes y también muchas figuras lineales y trapezoides”, dijo el científico líder de la investigación, Masato Sakai.
Vale destacar que la universidad nipona realiza investigaciones en el desierto de Nazca desde el 2004, diez años después de que los geoglifos de Nazca fuesen declarados patrimonio de la Humanidad.
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Desde el inicio de su investigación hace 20 años, los científicos nipones han ubicado 358 figuras en Nazca, incluyendo las actuales.
Los expertos han hecho un llamado de alerta, ya que debido a construcciones humanas recientes atentan contra las líneas de Nazca.
“Para proteger las líneas tenemos que saber cuál es su ubicación exacta, para que no se conviertan en viviendas o la gente local use la zona para la agricultura”, dice los expertos en su informe.
Las líneas de Nazca
Un equipo de reconocimiento aéreo de Perú realizó un vuelo en 1927 por el desierto de Nazca. Fue entonces cuando se vio por primera vez los geoglifos de Nazca.
El descubridor fue el piloto Toribio Mexta Xesspe. Su avistamiento fue digno de una investigación de científicos peruanos, quienes posteriormente darían a conocer al mundo el hallazgo, que tras casi 100 años, aún no se ha podido determinar cómo las culturas prehispánicas pudieron tallar con tanta perfección animales, figuras humanas y otros, en tan bastan extensión de tierra, sin tener una vista aérea
