La justicia venezolana se encuentra en el foso, en especial la penal, según lo determinó el Índice de Estado de derecho elaborado por la organización Proyecto Mundial de Justicia (WJP, por sus siglas en inglés).
En este documento, se cuestiona principalmente la labor de los jueces y fiscales, que ha sido calificada como la peor del mundo por noveno año consecutivo.
Según este reporte, el país volvió a quedar en el último lugar, de entre los 142 evaluados en materia de Estado de derecho, al obtener una calificación de 0,26 puntos.
Para elaborar el índice, WJP evaluó la actuación de los jueces y fiscales en los ámbitos penal y civil (este incluye todo lo que no es penal), la capacidad del Poder Judicial en general para fijar límites al Gobierno; la ausencia de corrupción en el país; qué tan abierto y transparente es el Ejecutivo nacional a la hora de tomar sus decisiones; el grado de respeto y disfrute de los derechos fundamentales; la situación del orden y la seguridad interna; y el nivel de cumplimiento del marco legal vigente.
Para ello se realizaron 149.000 encuestas a ciudadanos y 3.400 abogados, académicos, juristas y catedráticos de Derecho en los 142 países evaluados.
A pesar de que la administración de Nicolás Maduro ha emprendido supuestas reformas en el sistema judicial, esto se ha quedado en “puros gestos”, a decir de la puntuación alcanzada por Venezuela.
Pero no solo los jueces penales fueron reprobados, también los civiles, aunque estos últimos no quedaron al final de la cola, sino de penúltimos, puesto que, en este caso, Camboya superó a Venezuela.
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