Cecodap realizó un informe sobre la situación actual de niños y adolescentes, y contabilizaron un alarmante incremento de pensamientos mortales
La Organización No Gubernamental (ONG) Cecodap realizó un informe en el que documentó una alarmante cifra que va en aumento sobre jóvenes que tienen ideas de no continuar con su viuda.
El coordinador de la organización, Abel Saraiba habló sobre este tema, en el programa radial En Este País de Radio Fe y Alegría Noticias.
Detalló que esta investigación, que se realizó entre 2022 y julio de 2023 con capítulo sobre la salud mental, se hizo a partir de 13.700 personas atendidas por el Servicio de Atención Sicológica de la organización durante los últimos 18 meses.
Asimismo, determinaron que el 28,95 % de los niños, niñas y adolescentes presentan ideas “suicidas”, es decir, que han pensado en la muerte o se cuestionan qué pasaría si no existieran.
“Los datos que compartimos son datos que corresponden justamente con el esfuerzo de levantar y de documentar la situación de nuestros pacientes para que ayude esto a poder visibilizar la situación de los derechos de los niños a nivel nacional”, dijo el coordinador de Cecodap.
Además, destacó que en el 2019, antes de la pandemia, las alteraciones de cuadros de ánimo (ansiedad – depresión) se encontraban en 22%; en el primer año de pandemia (2020) subieron a 39 %, “pero lo más curioso es que estos números no han retrocedido después de la pandemia”.
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Un aumento considerable
En ese sentido, comparó las cifras entre 2022 y 2023, incluso, destacó que la diferencia es de 7,25 puntos porcentuales u estiman que continúe superándose.
“Esto obedece a que las familias están muy exigidas, los padres cuentan con dificultad para cubrir las necesidades básicas de niños y adolescentes (…) esto lleva a que aumenten los niveles de violencia intrafamiliar (…) que deterioran la salud mental de niños, niñas y adolescentes”, señaló.
Además, alertó que el acoso escolar y la violencia dentro de las escuelas acaban agravan esta situación.
“En Venezuela no existe una política pública en materia de salud mental y por lo tanto no existen instituciones suficientes, personal suficiente y recursos disponibles para proteger a los niños y adolescentes”.