Son 20 mil euros que se distribuyen entre familias de venezolanos migrantes ubicadas en un albergue en Quito
Cáritas Española, con el apoyo de Cáritas Diocesana de Tenerife y la colaboración del Cabildo de Tenerife, desarrolló el año pasado un proyecto de atención integral de emergencia a la población venezolana en situación de migración forzada en la provincia de Pichincha, en Ecuador.
Con un importe de 20.000 euros, el proyecto ha permitido atender a más de 700 migrantes venezolanos en grave situación de vulnerabilidad, que se vieron obligados a abandonar el país. Muchas de ellas fueron acogidas en el albergue El Buen Samaritano de la ciudad de Quito, un espacio de acogida seguro, de protección y de orientación social y legal para la integración en el país de estas personas, informó Europa Press.
De igual modo, también se proporcionaron a las familias bonos de alimentación e higiene y se les facilitaron sábanas, colchonetas, cocinas eléctricas y otros utensilios básicos, así como bonos educativos para que pudieran hacer frente a la compra de materiales escolares. Se ha ofrecido también acompañamiento social a través de atención especializada individual o grupal.
Representantes de Cáritas explican que los principales perfiles de esta población migrante venezolana son mujeres y hombres solos con hijos, mujeres embarazadas y grupos familiares con personas enfermas o con algún tipo de discapacidad. La mayor parte de ellos acude a los servicios de Cáritas en Quito tras un mes viajando desde su país de origen y manifestaron que, a través de ayudas de transporte que les ofrecían en su recorrido o caminando, lograron llegar a Ecuador.
La crisis política y social que atraviesa Venezuela en los últimos años ha provocado un aumento de la pobreza extrema, que según la última Encuesta de Condiciones de Vida del Venezolano (Encovi) afectaría ya a 80% de la población.
A esto se suman datos como el porcentaje de desnutrición infantil, que afecta a 30% de los niños con cinco años de edad –unos 600.000 niños-. Ello ha provocado, entre otras cuestiones, la migración forzada de 5 millones de venezolanos, muchos de los cuales están llegando a Canarias.
