Ha sido la ciudad más afectada por actos de vandalismo y violencia policial según la ONU. La noche de este #5May hubo en Cali desórdenes en 7 sectores
No cesa la molestia social en Cali, una nueva jornada de disturbios y alteración de orden público se registró en la madrugada de este miércoles.
En al menos siete sectores de la ciudad se presentaron situaciones con heridos, reporte hospitalario da cuenta de 46 heridos, 13 de ellas con arma de fuego en las últimas 24 horas.
Siloé, el barrio más popular de Cali ha sido el sector protagónico de los desmanes, allí la pobreza y el desempleo pululan entre los jóvenes principalmente.
Y quienes han sido los protagonistas de la protesta porque “no ven un futuro claro (…) los están matando”, confirma el líder comunitario de la comuna 10 en Cali, Harvy Viña.
Manifestaciones de este #5May se expresan en marchas pacíficas, lideradas por la minga indígena del Cauca, estudiantes y sindicatos.
Jorge Iván Ospina, alcalde de Cali ha pedido tolerancia y el cese de la violencia. ” No deben morir más personas en Cali”, implora su mandatario.
Las dos últimas noches han sido violentas a más no poder. Su gente está atemorizada, pero sigue manifestándose.
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Por qué Cali
Van 27 muertos en esa ciudad, 171 policías heridos y más de 600 focos detectados de vandalismo en Cali; el exceso de uso de fuerza y ataques a policías, han caracterizado las jornadas.
Pero, en Cali, hay angustia, zozobra, miedo y terror entre sus pobladores; por eso el clamor de una comunidad abatida por la violencia, la pandemia y una guerra urbana sin precedente.
Cali sufre por la inequidad social, la falta de oportunidades, el desempleo, problemas históricos con los servicios públicos, redes de microtráfico de drogas, asesinato de líderes sociales y porque en las protestas los están masacrando.
Todo esto hace de esta ciudad una bomba social y a representación del malestar que se irradia por todo el país.
La ciudad ya sufre desabastecimiento de alimentos por el impedimento de que el transporte de carga llegué a las centrales de comercialización.
A eso se suma la denuncia de la ONU frente al ataque de su comisión de verificación. Allí los organismos internacionales no dan abasto para reportar la difícil situación.